Largo de viga, de sienes reunidas, tocadito arriba de pitones, grande pero proporcionado de hechuras, el castaño cuarto fue otro gran toro. Lo percibió Castella en los primeros tercios, donde el toro se movió con buen aire, y lo brindó al cónclave para diseñar una faena en dos partes: luciendo mucho al toro en la primera, dándole sitio y distancia para traérselo toreado y templar su boyante embestida. La serie al natural en ese mismo son fue el punto álgido de la obra. Un puñado de muletazos con trazo y reunión, de gran acabado. Luego el torero acortó distancias y en ese terreno de cercanías que tanto domina se impuso al de Jandilla y puso de acuerdo a todos. Tenía premio gordo en la mano, pero media estocada tendida y un par de descabellos hicieron a la gente guardar los pañuelos. Ovación de gala al toro de Borja Domecq y aclamada vuelta para el torero galo.
MADRID
El acero lastra una destacada obra de Castella a la templada embestida del gran cuarto
jueves 5 junio, 2025
El francés selló una faena de quietud y de limpieza ante otro destacado cuarto ejemplar de Jandilla esta tarde en Madrid
