Antonio Ferrera, tras lidiar al primer toro de Adolfo Martín esta tarde en Las Ventas, que brindó a Fernando Robleño, señaló lo siguiente al micrófono de Telemadrid: “Tenía nobleza, pero había que hacerle las cosas muy concentradas. He sentido momentos muy bonitos. Con Fernando he vivido muchas etapas y es un ejemplo como torero y como ser humano. Cómo no brindarle un toro en su plaza; es un honor estar hoy junto a él”. Así narramos la lidia del astado:
Abrió plaza un cinqueño -como todo él encierro- con caja y voluminoso, lleno, de lomo recto, que abría mucho la cara, con la seriedad de la vuelta del pitón, al que faltó celo de salida. Algo abanto, Antonio Ferrera le recibió toreando sobre los pies. Muy a favor del toro. Mejor pelea en la primera vara que en la segunda, marcó querencias en banderillas, donde hubo que llegarle mucho. Mérito de Ángel Otero y Tito. Brindó Ferrera a Robleño, al que llevó hasta los medios para el brindis entre la ovación del tendido. Sin preámbulos, comenzó el trasteo con la diestra en el tercio y buscando siempre torearlo en paralelo a las tablas. Al toro, aunque pasaba con cierta nobleza y humilladora embestida, le costaba por su romana. Por ello, aunque hubo varios derechazos de buen trazo, la faena no llegó a prender en el tendido. Más complicado por el izquierdo, con menos recorrido, terminó, muy metido entre los pitones, toreando al natural con la derecha. Pinchó en una banderilla en el primer intento, lo que estuvo a punto de costarle una cogida, antes de dejar una efectiva estocada.