Miguel Ángel Perera, Juan Pablo Sánchez y Clemente hacían el paseíllo en la corrida vespertina de Nimes, dentro de la sexta de abono de la Feria de Pentecostés, enfrentándose a un encierro con el hierro de Robert Margé.
Un pinchazo evita el corte de una oreja en el primero de la tarde

Perera mostró disposición desde el primer lance, entregándose con verdad ante un ejemplar que no humillo en los compases iniciales. El tercio de varas pasó sin mayores exigencias, pero en la muleta cambió el tono: inició por alto, con firmeza, aprovechando la fijeza y el buen tranco del astado. Con pulso y paciencia, lo fue haciendo poco a poco, construyendo una faena de menos a más que tuvo intensidad y poder. Cuatro tandas ligadas por la derecha y una más al natural sirvieron para conectar con los tendidos. Dejó un pinchazo hondo antes de la estocada definitiva, lo que enfrió el premio, pero hubo petición y Perera dio una vuelta al ruedo.
Sánchez no se acopla al descastado segundo y es silenciado

Serio y astifino fue el segundo animal del festejo, toro al que lidió el mexicano hasta sacárselo a los medio.. No se empleó en las telas y en el jaco un astado que llegó a la faena de muleta siempre con la cara alta. Sánchez inició su labor con doblones, intentando imponerse a un animal que humilló poco y tuvo escaso viaje. A pesar de la voluntad, el trasteo estuvo marcado por los enganchones y la falta de acople: el toro se defendió con genio y nunca terminó de entregarse, mientras el torero porfió por ambos pitones sin lograr someterlo. La faena, deslucida y trabada, no tomó vuelo, y tras un pinchazo, una estocada muy tendida y un descabello, todo quedó en silencio tras aviso.
Clemente le pasea una oreja de peso al manso tercero que lo hiere

Bajo y de ancho de sienes fue el tercero, animal abanto de inicio. El astado recibió tres puyazos y mostró su condición de manso en los palos. Clemente brindó brindó a El Rafi antes de esperarlo en los medios, donde desde el principio se mostró por encima del toro, jugando la vida en cada muletazo. Cuajó una faena de gran firmeza por el pitón izquierdo en el centro del ruedo, ante un animal complicado, extrayendo tandas de enorme mérito. Aún dio un paso más por la derecha, volviendo a jugársela sin reservas, y remató de rodillas en una última tanda que encendió los tendidos tras una fea voltereta. Tras una estocada algo trasera, cortó una oreja de mucho peso que recogió antes de irse por sus pies a la enfermería.
Perera le pasea la oreja al exigente cuarto

Salió un toro serio, de los que imponen, que sin llegar a emplearse del todo en el caballo, empujó con seriedad en los dos puyazos. Juan Pablo Sánchez aprovechó el momento para dejar un quite templado y ceñido por gaoneras, que llegó los tendidos. Con la muleta, Perera supo entender pronto la calidad del toro por el derecho, que humilló con clase y se desplazó con largura. Toreó por abajo, con pulso, ligando muletazos de gran trazo. Por el izquierdo, en cambio, el animal no terminó de entregarse, y acabó por rajarse, parándose por completo al final de faena. Le buscó las vueltas Perera en terrenos de riesgo, sin dejarse nada. Una estocada certera puso en sus manos una oreja.
Juan Pablo Sánchez se deja el triunfo con la espada

Lanceó con verónicas templadas y una media a la mexicana Juan Pablo al quinto del festejo. A penas nada que contar en el caballo, pero sí en el quite, por tafalleras, ajustadas y con sabor del mexicano. El inicio de faena, de rodillas en los medios, fue toda una declaración de intenciones. El toro tuvo buen son, humilló y se desplazó con clase; por el derecho, se vio a un torero relajado, toreando por abajo y con profundidad en varias tandas que tuvieron largura y pulso a un toro con clase y recorrido. También al natural se le vio a gusto, entendiendo al animal, exprimiendo su nobleza. Acortó más las distancias en tandas que impactaron por su valor y verdad, apretando el acelerador para llegar al tendido. Pinchó el premio tras la estocada y dos descabellos, pero la vuelta al ruedo tuvo argumento y contenido.
Perera pasea las dos orejas y abre la Puerta de los Cónsules

No pudo más que lidiar de capa Perera a un sexto que se metía por dentro con cierto peligro. Un toro encastado, con fijeza, exigente y de largo viaje, que obligó a hacer todo muy de verdad al extremeño. Perera firmó una faena maciza, profunda, con series de mucha entrega, especialmente por el derecho, y también al natural, donde le cogió el pulso y le ligó muletazos de gran trazo. Fue una obra seria y medida ante un toro con picante, de los que no permiten despistes, y al que exprimió hasta el final por abajo. Las dos últimas tandas, en los terrenos del toro, subieron el tono antes del cierre por luquesinas. La estocada fue de libro y las dos orejas, de ley. Toro importante y gran faena del extremeño.
FICHA DEL FESTEJO
Coliseo de Nimes. Sexta de abono de la feria de Pentecostés. Corrida de toros. Tres cuartos de plaza.
Toros de Robert Margé
Miguel Ángel Perera, de turquesa y oro: Vuelta al ruedo, oreja y dos orejas por el que mató por Clemente
Juan Pablo Sánchez, de azul marino y oro: Silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso
Clemente, de azul pavo y oro: Oreja (herido)
ENFERMERÍA: Clemente fue trasladado al hospital tras ser corneado por el tercero de la tarde, animal al que le cortó una oreja de peso.
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FOTOGALERÍA: MURIEL HAAZ