NIMES

Lea Vicens vuelve a refrendar su comunión con Nimes con una nueva Puerta de los Cónsules


lunes 9 junio, 2025

Así hemos narrado las tres obras de Lea Vicens en una mañana para el recuerdo, en la que ha conseguido una nueva Puerta de los Cónsules

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Vicens. Foto: Muriel Haaz

El segundo toro de la mañana, de 522 kilos, número 89, fue para Lea Vicens. Lo saludó a lomos de Guitarra, recibiendo a un animal con mucha movilidad al que castigó con dos rejones de castigo colocados con facilidad, ganándose al tendido desde los primeros compases. Con Diluvio, la rejoneadora francesa toreó con ritmo y temple, mostrando su clasicismo habitual en cada reunión. Más tarde, montando a Pantera, se acercó a terrenos comprometidos y logró momentos de gran emoción. Remató su faena con Diamante, colocando banderillas cortas con precisión. La suerte no estuvo de su lado en el desenlace: a lomos de Espontáneo, falló con el acero y perdió el premio. A pesar de ello, dejó una gran imagen, empañada únicamente por la mala fortuna en la suerte final.

El cuarto toro, de 531 kilos, número 25, fue lidiado en diciembre de 2020 por Lea Vicens. El animal, de buen galope, fue recibido a lomos de Cleopatra, con quien la rejoneadora colocó un rejón de castigo bien situado. Vicens cuajó un gran inicio de faena, llegando hasta la misma cara del toro, al que bregó a caballo con temple y ritmo, mostrándose firme y muy torera. A lomos de Bético, realizó una labor muy medida, citando siempre de frente y rematando las suertes de forma despaciosay entregada, dando el pecho al animal en cada encuentro. Remató su actuación con Greco, colocando las banderillas cortas en un carrusel de gran calado, muy aplaudido por su buena ejecución y espectacularidad. El rejón final cayó en buen sitio, y la faena fue premiada con dos orejas, que paseó con fuerza y merecimiento.

El sexto toro, para Lea Vicens, número 45, de febrero de 2021, de 520 kilos, lo castigó dos veces a lomos de Guitarra. Lo templó muy bien Vicens y lo cuajó frente a un astado con galope y fijeza. Con Diluvio lo templó muy cerca de los pitones, batiendo en la misma cara del toro. Remató con Fermín con las banderillas cortas y acertó con el rejón final, paseando una oreja más.