Toledo vivió este jueves una de sus tardes más emblemáticas con la tradicional Corrida del Corpus, que colgó el cartel de «No hay billetes» en sus taquillas, reunindo un cartel de máxima expectación con toros de Daniel Ruiz para Morante de la Puebla, Roca Rey y Tomás Rufo. Antes del paseíllo, la plaza rindió un sentido homenaje a Manolo Lozano, histórico empresario taurino fallecido recientemente, guardando un respetuoso minuto de silencio que emocionó al público.
El cuarto toro de la tarde, un precioso ejemplar llamado “Revoltoso”, número 72, correspondió en el sorteo a Morante de la Puebla. De bonita hechura, bajo de agujas y con los pitones tocados hacia delante, el animal fue recibido por el sevillano con dos garbosos faroles. Tras volver a su jurisdicción, lo toreó con chicuelinas bajas y lances al paso, que culminaron en una gran media que encandiló al público.
Sin embargo, al salir del caballo el toro se mostró flojo, clavando los pitones en la arena y sin poder mantener la emoción en banderillas, donde continuó perdiendo fuelle. Fue entonces cuando Morante, con gestos claros, solicitó la devolución del toro al presidente de la plaza, que accedió a sacar el pañuelo verde, en una escena poco habitual que evidenció el respeto del torero por la calidad del espectáculo y la integridad artística.
Morante ayer al presidente cuando éste se hizo de rogar para que le cambiaran el toro.
— desdelandanada (@desdelandanada) June 20, 2025
Genio y figura. pic.twitter.com/sVjMGyAXJH
Este gesto de Morante, unido a la expectación y el lleno total en la plaza de Toledo, confirma el momento especial que vive la Tauromaquia y la firmeza del torero de La Puebla para exigir el máximo en cada tarde. La temporada sigue caliente y el ambiente en Toledo fue una muestra más de la pasión que despierta el toreo cuando el nivel es elevado y el respeto al público, máximo.

