Tarde de máxima expectación en la plaza de toros de Alicante, con un rotundo No hay billetes y más de 11.000 personas en los tendidos. El cartel lo componían tres toreros en distintos momentos de su trayectoria pero todos con peso en la temporada: José María Manzanares, el joven Samuel Navalón, y el gran protagonista del festejo, Andrés Roca Rey, que volvía a encender la plaza… y también el palco.
La polémica estalló tras la faena del peruano al quinto bis de la tarde, un toro de Victoriano del Río que salió en sustitución del titular, devuelto por su falta de fuerza. Roca Rey cuajó una faena de enorme dimensión, de trazo largo y templado, imponiéndose a un animal con una embestida áspera, que fue poco a poco domeñado hasta terminar absolutamente sometido. Por el lado derecho llegaron los momentos de mayor calado: muletazos poderosos, muy por abajo, llegando a los terrenos del toro.
Cuando el animal ya no pudo más, Roca Rey se metió entre los pitones en un arrimón de vértigo, toreando entre los pitones y en cortas distancias, provocando una oleada de emoción y gritos de “¡torero, torero!” que recorrieron todo el coso. Una estocada final rubricó la obra y el público pidió con rotundidad las dos orejas.
ALICANTE 🇪🇸 l #Roca_Rey da vuelta al ruedo tras cortar una Oreja al primero de su lote.
¡Grande Maestro! 👏🏻👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/dGp3amRrfB— Krishna Bailon (@krishna22Bailon) June 21, 2025
El palco presidencial solo concedió una, decisión que puede ser considerada como respetable en su criterio artístico y tal y como recoge el Relgamento -ya que el segundo premio es decisión del usía-, pero cuya forma de ejecutarla provocó un verdadero estallido en la plaza: bronca monumental, gritos, insultos e incluso gestos airados de los aficionados hacia el palco. En señal de protesta, Roca Rey no paseó el premio.
El episodio provocó un altercado público inusual, impropio del tono general del festejo, que hasta ese momento había transcurrido con emoción y entrega por parte de los toreros. La tensión generada con la presidencia eclipsó, en parte, lo que había sido una tarde de gran contenido artístico.
Roca Rey, Manzanares y Navalón habían llenado la plaza hasta la bandera, demostrando el poder de convocatoria del peruano, el torero más taquillero de la actualidad. Lo de hoy en Alicante no solo fue una gran tarde de toros: fue también el reflejo de una afición encendida, que pide que se respete la verdad del ruedo… y la de los tendidos.
