GRANADA

¿Por qué se negó El Fandi a salir a hombros en sus dos tardes en Granada? Lo que entrañó la decisión


jueves 26 junio, 2025

El espada granadino se negó a salir en volandas pese a tener las orejas necesarias para ello en sus dos comparecencias en la Feria del Corpus

Fandi
El Fandi saliendo de la plaza de toros de Granada el pasado sábado. © Eduardo Porcuna

La Feria Taurina del Corpus de Granada es una de las citas más emblemáticas del calendario taurino andaluz durante el mes de junio. Es un abono que suele reunir a una amalgama de toreros que casan a la perfección con lo que pide esta afición. Como suele ser habitual, El Fandi actuó dos tardes en el abono, en esta ocasión con los hierros de Álvaro Núñez y Victorino Martín. Dos tardes importantes por muchas razones: por el compromiso ante su plaza, por los 25 años de alternativa y porque en ambas logró triunfar cortando un total de dos orejas. Pero también porque decidió no salir en hombros, a pesar de tener la puerta grande abierta gracias a la complacencia presidencial.

El jueves, en la primera de sus comparecencias, Fandi cortó una oreja a cada uno de sus toros. Alejandro Talavante, que alternaba junto a él, solo había cortado una oreja al tercero en una faena claramente de dos. Sin embargo, en el sexto firmó una obra redonda, ahora sí, premiada con el doble trofeo , lo que permitió al extremeño salir en volandas. David, que había recibido en el cuarto una oreja tras un pinchazo previo —la segunda que le abría la puerta grande—, prefirió irse a pie. No consideró justo el desequilibrio de criterio por parte del palco, mandando un mensaje claro al usía.

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La decisión ya generó comentarios en los corrillos taurinos y redes sociales, pero fue el sábado cuando el gesto cobró mayor fuerza. En esa segunda tarde, más dura y exigente por los toros que tuvo delante, El Fandi cortó dos orejas al cuarto del festejo, un animal al que volvió a pinchar antes de enterrar el acero. La concesión del doble trofeo fue protestada por un sector de la plaza, pese a existir mayoría de pañuelos en los tendidos. David recogió el mensaje y, durante la vuelta al ruedo, optó por no llevar los trofeos en la mano, lanzándolos al tendido antes de completar la vuelta al redondel. Fue una respuesta clara a una concesión que ni él mismo parecía compartir.

Aquel sábado nadie salió en volandas. Ni el granadino, ni sus compañeros. La corrida, de gran exigencia para los toreros, no puso las cosas fáciles. Fue un encierro donde cada muletazo hubo que trabajarlo, un festejo en el que los toros de la A Coronada vendieron cara su muerte. En ese contexto, el gesto del torero de abandonar el ruedo por la puerta de cuadrillas tuvo un doble valor: se negó a un triunfo que sentía incompleto y se solidarizó con unos compañeros que habían dado un paso al frente —sin recompensa— ante una corrida que pidió el carnet. Fue, quizás, su forma más torera de celebrar los 25 años de alternativa.

No hizo falta más para que el mensaje calara. El Fandi, que conoce como pocos los resortes de su plaza, decidió no subirse al carro del triunfalismo. Podía haber salido en hombros las dos tardes, pero eligió otro camino: la honestidad. Prefirió dejar la imagen del torero que respeta el peso real de los trofeos por encima de los números. En tiempos en los que cada puerta grande se mide en demasiadas ocasiones con poco rigor, su negativa tuvo una gran fuerza, más aún cuando lleva a sus espaldas más de 50 salidas en hombros en la Monumental de Frascuelo en sus 25 años del alternativa.

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