BURGOS

La raza y el asiento de Morenito de Aranda se llevan la tarde en el Coliseum


miércoles 2 julio, 2025

Morante de la Puebla pechó con un deslucido lote, dejó una tarde de entrega sin premio Curro Díaz y Morenito de Aranda cortó dos orejas y se fue a hombros del Coliseum en la última de abono.

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Morenito a hombros. Foto: Méndez

Una corrida de Antonio Bañuelos para Morante de la Puebla, Curro Díaz y Morenito de Aranda cerraba, este miércoles, la Feria de San Pedro y San Pablo de Burgos con un lleno en el Coliseum.

TEXTO: PATRICIA PRUDENCIO / FOTOS: MÉNDEZ

Morante acorta faena ante la falta de poder del primero

Salió el primero de la tarde al que saludó Morante con torería y suavidad, primero junto a las tablas para después ganarle terreno. Inició la faena por ayudados por alto al hilo de las tablas, esperando a un toro que ya se quedaba corto y se pensaba su entrada en el cite. Se dispuso en el tercio sobre el pitón izquierdo, uno a uno, tocando despacio y con suavidad en la cara de un animal más que escaso de fuerza y que perdió las manos. El animal, ajeno a la tela, buscó rápidamente las tablas, lo que hizo a Morante ir a por el acero. Falló en la suerte suprema y entre pitos lo desacabelló.

Curro Díaz lleva muy metido siempre al desentendido segundo

Curro no quiso esperar para saludar al segundo de la tarde, un toro suelto al que logró meter y bregar, pudiendo incluso estirarse con el mientras le ganaba terreno. Brindó al equipo médico de la plaza para después iniciar la faena con un trasteo por ambos pitones de un toro más que flojo. Sin excederse, eligió el pitón derecho y empezó a pasarlo, tocándolo con insistencia. Le dio tiempo y sitio, permitiéndole recuperarse, para seguir sobre aquel mismo pitón, tratando llevarlo muy metido para que no parase. Sin bajarle la mano en exceso, logró envolvérselo y desarrollar una tanda de cierto calado en los tendidos. Continuó por el derecho, dejándosela puesta, siempre en la cara de un animal que no humillaba, saliendo sin clase del engaño. Culminó con una buena estocada.

Morenito, oreja del tercero tras una lidia de raza que comenzó a portagayola

Se fue a portagayola Morenito de Aranda para saludar al primero de su lote con una larga cambiada y después estirarse con el capote hasta rematar con una media. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes de recibirlo en la franela, el diestro brindó a su madre. Después trató de comenzar su faena en tablas, pero rápidamente rectificó y se lo llevó a lo medios, unos terrenos en los que empezó a mostrarlo por el pitón derecho. El animal, al que tampoco le sobraban las fuerzas, no humillaba, siguiendo el engaño con una embestida en la que soltaba la cara. Fue la torería de Morenito la que se impuso a un toro inservible. El diestro burgalés cambió al pitón izquierdo, tratando de mantener en pie a un animal que seguía perdiendo las manos. Lo siguió intentando al natural, ayudándolo, cuidándolo todo lo que pudo y más, pero sin que su adversario le permitiera redondear su actuación. Lo buscó en un toreo en redondo y desplantes que cautivaron a los tendidos. Se tiró con acierto en su estocada.

Morante, ovacionado al esfuerzo en el cuarto bis tras un parón para arreglar el ruedo

Después de un largo parón para adecentar el ruedo con maquinaria, salió el cuarto, un toro descoordinado que fue devuelto después de que pasara por el capote de Curro Javier. En su lugar salió el primer sobrero, un toro también de Bañuelos, al que saludó, ahora sí, Morante de la Puebla, con gusto y suavidad, sorprendiendo con variedad y rematando con una serpentina. Después de brindar a Mañueco, Moranre tiró de inspiración, bajaron las musas y desarrolló un inicio de faena repleto de arte y torería. Siguió sobre el derecho con toque firme y mando, más allá del tercio, teniendo que acortar las distancias para meterlo y llevar a un toro al que fue templando. Sin embargo, aunque entraba bien en la tela y sus salidas eran algo más broncas, Morante lo limpió y depuró, logrando la uniformidad en el engaño. Cambió al pitón izquierdo de un animal muy venido a menos que sorprendía con algún que otro arreón. No dudó en recuperar el pitón derecho, pasándolo, aunque con dificultades, con mayor acople, habiendo dominado una embestida sin brillo ni vida. Deslució el uso de los aceros.

Curro Díaz, ovacionado con el quinto bis

Salió el quinto, pero según llegó a tablas cayó y quedó inservible, teniendo que ser devuelto a corrales. En su lugar salió el segundo sobrero de Antonio Bañuelos, con el que Curro quiso estirarse a la verónica con el quinto en un recibo lucido que gustó. Después de un polémico tercio de banderillas en el que el animal perdió las manos en numerosas ocasiones, se alcanzó la faena de muleta. Curro lo pasó despacio, midiendo, dosificando, sin bajarle la mano, todo por alto sobre el pitón derecho, sin evitar que se cayera.  Curro se dispuso con la intención de hacer faena, tratando de darle continuidad, sin obligarlo, pero pasándolo. Lo ligó, paso atrás, muleta en la cara y a tirar de la embestida, con cierto gusto y poso. El diestro, que le dio sitio y tiempo en tandas, se dispuso incluso de rodillas, tratando de mostrarle a la afición burgalesa su entrega y agradecimiento. Sin embargo, su adversario no le daba opciones. Metió la mano con aseo y acierto.

Morenito cierra la tarde con otra oreja

Morenito de Aranda no se esperó y salió al tercio a saludar al sexto, un toro con el que fue ganando terreno, aprovechando su movilidad y repetición. Brindó a Mornate de la Puebla e inició su faena de muleta por abajo, genuflexo, sin excederse, para después levantarse y llevárselo más allá del tercio. Prácticamente en los medios eligió el pitón derecho para empezar a pasar a un toro que cantó y se fue a tablas. Sin embargo, el burgalés, tiró del animal y lo mantuvo en los medios, alejándolo de toda querencia, llevándolo muy tapado. Tomó la franela con la izquierda, iniciando así una tanda en la que con los vuelos y mucha voz logró llevarlo metido, aunque ya en el tercio.  Volvió a dosificar, dándole tiempo y sitio para seguir con un toreo al natural pausado en el que ayudó a un animal que volvía a irse a tablas. Insistió, poniendo todo lo que podía el burgalés, sin obtener una respuesta acorde por parte de su adversario. Culminó metido en tablas con garra, raza y entrega absoluta, haciéndolo pasar, robándole las embestidas. Aunque se tiró con todo, pero no fue suficiente, por lo que lo mató de un único y certero descabello.

FICHA DEL FESTEJO

Coliseum Burgos. Última de la Feria de San Pedro y San Pablo. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Antonio Bañuelos, el cuarto y el quinto como bis.

Morante de la Puebla, silencio y ovación.

Curro Díaz, ovación y ovación.

Morenito de Aranda, oreja y oreja.

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