Isaac Fonseca dejó su país, su casa y su familia para venir a España con un sueño, ser torero. Cruzó el Atlántico con una maleta llena de ilusiones. Hoy, con el recuerdo aún fresco de sus triunfos en el Circuito de Madrid, la Liga Nacional de Novilladas y la Copa Chenel, aquel joven mexicano que se presentó como novillero sin caballos se ha convertido en un torero maduro, que ha demostrado que los sueños, cuando se persiguen con hambre y verdad, se cumplen.
“Todo esfuerzo tiene su recompensa”, asegura con serenidad. Y si alguien puede afirmarlo con conocimiento de causa, es él. Fonseca sabe lo que es vivir con lo justo, entrenar sin fechas marcadas y salir a la plaza con el alma en vilo. “He pasado muchas tardes sin saber cuándo sería la próxima vez que me vestiría de luces. Esas incertidumbres te moldean”, añade.
Una profesión dura, pero con alma
“Esta profesión es muy dura, pero tiene algo que la hace especial: cuando logras avanzar, el sabor es más intenso que en ningún otro sitio”, reflexiona. Este año le está costando entrar en los carteles pero el mexicano mantiene su ilusión. “Me estoy realizando como persona porque vivo de mi profesión, que es lo que siempre soñé. Y lo más bonito es que todavía me siento ilusionado. Sigo queriendo ser un torero importante”, confiesa.
De la Chenel al corazón del aficionado
La Copa Chenel fue para él un salto decisivo, como lo fueron el Circuito y la Liga Nacional. Tres escenarios en los que se curtió frente al toro. “Me lo tomé como la vida misma. Porque para mí no había otra salida: o esto o nada. Me aferré como si fuera mi única opción y por suerte fue mi trampolín”, recuerda.
Pero si algo define a Fonseca, más allá de los números o los premios, es su autenticidad. Sale a la plaza con la emoción por delante, consciente de que ahí se juzga todo, que cada tarde puede ser la última. “Siento que el público lo nota, que la gente se da cuenta de que voy con el alma por delante. Y eso, más que cualquier trofeo, es lo que más llena”, concluye con emoción.
Desde México a la Copa Chenel, pasando por todos los días en los que creyó sin saber si alguien más lo hacía, Isaac Fonseca ha demostrado que en el toreo no basta con querer. Hay que entregarse. Y él lo ha hecho sin medida.
COPA CHENEL
Isaac Fonseca: «Me tomé la Copa Chenel como la vida misma, era esto o nada»
jueves 3 julio, 2025
Isaac Fonseca defiende con madurez e ilusión su sitio en el toreo tras dejarlo todo por una oportunidad en España

Fonseca. Foto: Sánchez Olmedo