Aunque el palco se empeñó en hacerle salir andando, la tarde de Aarón Palacio en el festejo que abrió San Fermín es indicativa de la temporada que está realizando el novillero aragonés. Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza y ahora Pamplona reflejan que nos encontramos ante el novillero del año y un más que interesante proyecto de futuro porque a su concepto estilista une raza y carácter. Frente a una buena novillada de El Pincha, bien hecha y nada exagerada, también dejó apuntes El Mene, menos rotundos que los de su paisano, y se vio muy nuevo al novillero de la tierra Bruno Martínez.
Palacio, recursos y oficio de matador con un primero noble y medido de empuje
Imitó Aarón Palacio a Morante en los recortes con el capote rodilla en tierra con que saludó al ejemplar que abrió feria, novillo noble, de justo fuelle, que se quedó corto y a veces se paró a mitad del embroque. Solucionó con tablas el aragonés los inconvenientes de la embestida del utrero y resolvió con el oficio de un matador de toros. Buena expresión, templadas formas, se repuso incluso de una voltereta en las postrimerías. Se pidió la oreja tras pinchazo y estocada trasera y dio la vuelta al ruedo.
Temple y pulso de El Mene con el tardo y obediente segundo
Tardo pero obediente el segundo, que seguía el engaño hasta el final, pero había que tragar en medio del muletazo y tirar con pulso de la embestida. Así lo hizo El Mene en una faena basada en la mano derecha, bien descrita, a la que faltó calor y sobre todo, la intensidad de la que le careció el novillo en su acometida. Después de apretarse por manoletinas y de una estocada previa a un pinchazo saludó una ovación.
Faena entusiasta de Bruno Martínez al bravo tercero
Con una larga de rodillas en el tercio saludó Bruno Martínez al tercero, novillo pronto y bravo, al que inició faena en los medios, también de hinojos el torero local. Labor entusiasta, propia de un novillero en agraz, a la que sobró ligereza y faltó reunión. Sus carencias se hicieron especialmente palpables a la hora de entrar a matar.
Palacio cuaja al boyante cuarto y el palco da la nota
Calentó el cotarro con portagayola y chicuelinas Aarón en el cuarto, novillo con más cuajo e igualmente pronto y boyante en su acometida. El inicio de faena con un farol de rodillas en tablas y una serie, también de rodillas, tuvo encaje y reunión. Mentón hundido y figura relajada, que fue un anticipo de lo que vino después. Una faena sin aristas, de un novillero que pide el cuatreño a gritos. Hubo ritmo y armonía en todo cuanto hizo el maño. Una delicia el cierre por naturales de frente con la mano derecha. Se fue detrás de la espada, se pidieron las dos orejas de modo unánime, y el palco, de modo absurdo e inexplicable, sólo concedió una.
Emocionante toma y daca de El Mene con el exigente quinto
También se fue a chiqueros El Mene a saludar al quinto, novillo más hecho, que se movió pero con carácter y temperamento. Animal exigente y emocionante, que mantuvo un toma y daca con el novillero zaragozano, que nunca le volvió la cara. Faena de más actitud que resultado, coronada de pinchazo y estocada.
Bruno Martínez consigue en redondo los mejores pasajes frente al buen sexto
No se quiso quedar atrás Bruno Martínez y también se plantó en la puerta de toriles para dar la bienvenida al sexto, novillo alto y estrecho, con buen son, con el que estuvo más centrado el joven navarro, que inició el trasteo con emocionantes ayudados por alto de rodillas al hilo de las tablas. Consiguió los mejores momentos de la faena toreando en redondo sobre la mano diestra. Volvió a suspender con el acero.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Primera de la feria del Toro. Novillada con picadores. Más de tres cuartos de entrada. Utreros de la ganadería de Pincha, bien presentados, sin exageraciones, dispares de hechuras, con más trapío los tres últimos: noble y de medido empuje el primero, tardo pero obediente el segundo, pronto y bravo el tercero, de boyante codicia el cuarto, con carácter y temperamento el quinto, y con buen son el sexto.
Aarón Palacio (verde botella y oro): vuelta tras petición y oreja con petición unánime de la segunda y dos vueltas al ruedo.
El Mene (purísima y oro): ovación y silencio.
Bruno Martínez (añil y oro): silencio tras aviso y silencio.