Roberto Armendáriz abrió la tarde de rejones ante un toro de Carmen Lorenzo, al que colocó solo un rejón de castigo de salida. Mostró voluntad en banderillas, con momentos acertados toreando a la grupa. Dejó un palo sin cabezada y remató con las clásicas rosas. No estuvo certero con el rejón final, lo que enfrió la posible recompensa. Palmas para el navarro tras su actuación.
El cuarto fue un toro dificultoso de Carmen Lorenzo, que mostró siempre un claro instinto mansurrón. Aun así, el navarro Roberto Armendáriz anduvo firme y con oficio durante toda la lidia. A pesar de ser el toro de la merienda, el rejoneador dejó momentos de calado en los tendidos, destacando un final de faena de mucha cercanía y exposición. Tras un pinchazo previo, dejó un rejón entero que fue suficiente para que el palco le concediera una oreja.