Sebastián Castella, Emilio de Justo y Borja Jiménez hacían el paseíllo este jueves, 10 de julio, con la corrida de Victoriano del Río en la Feria del Toro de Pamplona.
Faena limpia y fácil de Castella al noble y blando primero

Corto de manos, con cuello, pero muy amplio de sienes, de desproporcionada testa el colorado y astifinísimo primero, viejo conocido de los corrales de Madrid, donde ha estado de sobrero estas últimas temporadas. Colocó la cara de salida pero perdió las manos al salir del peto apuntando ya entonces su principal virtud y su defecto más acusado. La faena de Castella estuvo presidida por la limpieza en el trazo aunque por la imposibilidad de apretar al toro el público nunca se terminó de meter en la obra. Le costó cruzar la exagerada cornamenta al entrar a matar, y las peñas la tomaron con el francés por las sucesivas intentonas realizadas hasta conseguir la estocada definitiva.
Oreja para Emilio de Justo después de una faena clásica y torera que había brindado a Morante

Abultaba el melocotón segundo. 615 kilos de toro, reunido de cara, con nobleza en su expresión pero a lo grande que era. Se dejó pegar en varas y la muleta con prontitud y obediencia, pero había que ponerle para llegar al tendido. Lo bordó Emilio de Justo, que brindó el toro a Morante, desde el inicio con la pierna flexionada -soberbio- a las series por ambas manos, vertical su expresión, relajado su trazo, sin tensión ni afectación. Todo muy natural. Brillaron los remates, ora pases de pecho al hombro contrario, ora una trincherilla, todo muy clásico. Sin un ápice de arrebato o guiño al tendido. Se apretó por manoletinas para cerrar faena y después de una estocada tendida paseó una oreja.
Esfuerzo de Borja Jiménez con un tercero que nunca rompió para adelante

Con dos largas cambiadas en el tercio Saludó Borja Jiménez al tercero, toro largo y amplio, pero proporcionado. Lo lanceó ganando terreno el de Espartinas, que comprobó en varas que no le sobraban las fuerzas. Inició con pases cambiados por la espalda en los medios una faena que no pudo cobrar cuerpo por la condición del toro, que punteó el engaño y protestó en los embroques, sin terminar de romper nunca para adelante.
Faena más intensa que limpia de Castella al enrazado cuarto

Alto de cruz, más despegado del suelo el cuarto, tocadito de pitones, bizco del izquierdo, poco o nada agradable. Lo picaron trasero, se venció por dos veces en banderillas y a punto de alcanzar a Rafael Viotti, pero a la muleta llegó con vibrante acometida. Castella, que arrancó faena en los medios con un pase cambiado, optó por acortar pronto las distancias, y aunque el ajuste en cites y embroques destiló emoción, el toro, que estaba enrazado, se sintió más cómodo cuando tuvo más espacio para embestir. En corto protestó más y la faena, a pesar de su intensidad, fluyó menos limpia. La larga faena y la lenta agonía del toro hicieron sonar dos avisos.
La espada deja a Emilio de Justo sin Puerta Grande tras otra buena faena a un quinto que tuvo buen son

Tampoco fue bonito el sexto. Paliabierto, veleto, alto y estrecho. Manseó de salida, yéndose de un caballo a otro en un tercio de varas donde lo picaron trasero. Le dio celo Borja Jiménez en el inicio de faena toreando en redondo con pierna flexionada y una vez que fijó al de Victoriano tiró de su embestida con la zurda, consiguiendo naturales de gran pulso, enganchado muy por delante la embestida y llevándole con temple y despaciosidad hasta detrás de la cadera. Obra consistente la suya, con fondo y sustancia, cerrada sobre la mano derecha y rubricada de pinchazo y estocada atravesada. Por eso perdió la oreja.
Borja Jiménez brilla al natural con el sexto pero la espada le deja sin trofeo

Tampoco fue bonito el sexto. Paliabierto, veleto, alto y estrecho. Manseó de salida, yéndose de un caballo a otro en un tercio de varas donde lo picaron trasero. Le dio celo Borja Jiménez en el inicio de faena toreando en redondo con pierna flexionada y una vez que fijó al de Victoriano tiró de su embestida con la zurda, consiguiendo naturales de gran pulso, enganchado muy por delante la embestida y llevándole con temple y despaciosidad hasta detrás de la cadera. Obra consistente la suya, con fondo y sustancia, cerrada sobre la mano derecha y rubricada de pinchazo y estocada atravesada. Por eso perdió la oreja
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Sexta de abono de la Feria del Toro. Corrida de toros. No hay billetes.
Toros de Victoriano del Río. Noble y blando el primero; noble y obediente el grandullón segundo; protestón el tercero, que nunca rompió para adelante; de vibrante acometida el enrazado cuarto; de buen son el quinto mientras duró; el sexto manseo de salida pero luego tuvo buen son en el último tercio.
Sebastián Castella, de rosa y oro: silencio tras aviso y ovación tras dos avisos.
Emilio de Justo, de nazareno y oro: oreja y ovación.
Borja Jiménez, de grana y oro: silencio tras aviso y ovación tras aviso
FOTOGALERÍA: MÉNDEZ
