Tampoco fue bonito el sexto de la tarde hoy en Pamplona. Paliabierto, veleto, alto y estrecho. Manseó de salida, yéndose de un caballo a otro en un tercio de varas donde lo picaron trasero. Le dio celo Borja Jiménez en el inicio de faena toreando en redondo con pierna flexionada y una vez que fijó al de Victoriano tiró de su embestida con la zurda, consiguiendo naturales de gran pulso, enganchado muy por delante la embestida y llevándole con temple y despaciosidad hasta detrás de la cadera. Obra consistente la suya, con fondo y sustancia, cerrada sobre la mano derecha y rubricada de pinchazo y estocada atravesada. Por eso perdió la oreja.
