El retraso de la vacunación está afectando a las primeras Ferias de la temporada. Madrid, como pilar del toreo, esperaba –de no haber llegado este maldito tsunami post navideño- haber podido retomar los festejos en primavera, pero ahora el ostracismo llena el futuro del escenario venteño. Rafael García Garrido, director general de Plaza 1, concede a CULTORO una entrevista en la que habla de esperanza, pero también de una dosis de realidad ante lo que estamos viviendo.
La primera pregunta no es cuándo cree Rafael García Garrido que va a haber toros, sino tiene que ver con que rebata con datos las falsedades que la izquierda radical está vertiendo durante semanas respecto a la Escuela de Madrid: el dinero con el que se sustenta procede de la propia empresa que gestiona Las Ventas, ya que uno de los puntos del acuerdo de explotación del coso es la mantención de la Escuela –más allá del propio canon-, ¿no?
Así es. Además del canon que pagamos por explotar Las Ventas está el dinero que se da a la Escuela, un dinero que tiene que asumir la empresa al 100% y que son, en total, más de 600.000 euros al año. Creo que, al final, muchas veces los políticos de la izquierda hablan sin datos, hablan por crear la controversia entre la gente y, aunque los aficionados saben perfectamente que la tauromaquia no percibe subvenciones, ellos intentan hacer ver lo contrario para equivocar a la gente. Es más: la tauromaquia aporta un montón de beneficios directos e indirectos más allá del propio canon a Madrid, como lo que supone toda una Feria de San Isidro para la ciudad.
Ya defendió el otro día Simón Casas en una entrevista a este medio que “si los contratos estaban suspendidos por ley en 2020, aunque el empresario fuese el Espíritu Santo, no se podía abrir la plaza”. Lógicamente entendemos que el contrato sigue suspendido entre la empresa y la Comunidad, ¿cómo se restablecerá?
En ocasiones no somos conscientes de que hay una pandemia y percibo que hay mucha polémica absurda sobre dar toros en Las Ventas o no con la que está cayendo. Yo solamente puedo decir que los primeros interesados en dar toros somos nosotros, que llevamos 15 meses sin ingresos, pero hoy por hoy es imposible con el nivel de contagios que hay. Lo que sí es claro y evidente, es que en el momento en el que arranque la temporada en Madrid lo hará con la categoría que esta plaza lo merece. También hay que tener en cuenta, más allá de aforos, los accesos a la plaza, algo complicado de controlar.
De retomarse en junio, julio o agosto el contrato, ¿cómo se podría llevar a cabo el acuerdo del canon anual?
Cuando llegue el momento se hablaría. Ahora mismo lo tenemos que pensar es en salir de esta cuanto antes y ya se verán las condiciones cuando se pueda.
¿Cómo y de qué forma esperanzar a la afición?
Yo soy muy optimista. Miro todos los días los datos de Israel, que es el país más avanzado en cuanto a la vacunación en todo el mundo, y con un 40% de la población vacunada, la hospitalización de enfermos de COVID ha bajado un 80%. Eso es motivo para la esperanza. ¿Eso nos puede llevar a pensar en un verano con toros en Madrid?. No lo sé, pero ojalá.
¿Sería imposible, si los datos dejan, estructurar un ciclo continuado como San Isidro –aunque no tan largo- en otoño?
Hay que pensar que la Feria de Otoño tiene que ser más temprano, las corridas tienen que empezar a las 17:00 horas para facilitar que la gente que trabaja pueda ir a los toros, y por ello hay que buscar el equilibrio de los fines de semana, en los que la gente no tiene tantas obligaciones laborales, y programar varios de ellos fuertes en otoño siempre que el COVID nos deje. Ahí creo que estará la clave. Ojalá podamos hablar de que la maquinaria comienza a restablecerse en próximos meses y en verano ya pudiésemos llevar a cabo los primeros festejos… pero nadie sabe nada de momento, como es lógico.
En caso de que se puedan llevar a cabo festejos con aforo reducido, lo que está claro es que el abonado será no sólo clave, sino el gran privilegiado de esta situación.
En Madrid hay 14.125 abonados a día de hoy, pero si nos conceden un aforo de 7.000, ¿qué hacemos? Es un tema muy delicado. Tendremos que intentar dar respuesta a todas esas incógnitas que se plantean. Hay que esperar. Por el momento, a lo que tenemos que dedicar todos los esfuerzos, de forma personal, es a intentar cumplir las medidas lo mejor posible y dar los toros en el momento en el que se pueda. No olvidemos que dar toros de cualquier forma en Madrid se nos pueda volver en contra, y que hay una parte muy importante del abonado de Madrid que es mayor de 60 años, y ese es un factor de riesgo. Por lo tanto, tenemos que tener cuidado, y que el abono no se puede resentir.
Por último, hablemos de concursos: el referente de unión del empresariado para no presentarse ni en Málaga ni en Albacete es muy importante.
Así es. No hay ningún espectáculo del mundo que sea factible si tiene pérdidas, porque la propia producción del espectáculo lo impide. No puede ser que los pliegos de Málaga y Albacete intervengan hasta el precio de la Coca cola. El problema no es el canon: a mí en Málaga me puedes poner canon cero, pero si me obligas a dar ocho corridas de toros cuando Málaga no admite más de cuatro, ya me estás hundiendo la gestión.
FOTO: ANDREW MOORE