EDITORIAL

Un repaso


viernes 22 enero, 2021

Cuando nadie sabe cómo va a responder el público cuando pase esta ola, Istres lo tiene claro: siembra esperanza. Y eso, en cristiano, se llama dar un repaso al toreo español.

Cuando nadie sabe cómo va a responder el público cuando pase esta ola, Istres lo tiene claro: siembra esperanza. Y eso, en cristiano, se llama dar un repaso al toreo español.

Pues sí: Istres está dando un repaso al toreo de España. Total y absoluto. Hoy publicábamos que ha renovado, desde el pasado martes y hasta este viernes, más de 550 abonos en tan sólo tres días de apertura de taquillas. Cuando los demás están pensando en si podrán dar o no, cuando las excusas de las propiedades públicas llenan de miedo a las empresas, cuando nadie sabe cómo va a responder el público cuando pase esta ola, Istres lo tiene claro: siembra esperanza. Y lo hace como mejor sabe, anunciando los carteles ocho meses antes y poniendo a la venta las entradas para amortizarlos económicamente aun no sabiendo cómo estaremos en junio, pero ilusionando al aficionado para ese momento.

Veinte años de una plaza que comenzó mirándose en el espejo de la española Olivenza para confeccionar una feria amable y que, con el paso de los lustros, fue convirtiéndose en acontecimiento por año. Istres siempre crece merced de sacarse algún conejo de la chistera, de ilusionar al aficionado, de sembrar esperanza en sus abonados.

Sus llenos durante los espectáculos, sus siempre geniales broches de oro, la llamada al peregrinaje de aficionados de todo el mundo cada año… todo eso hace de Istres la genial Feria que está dando un repaso a todos en el invierno más duro. “Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría”, dice el refrán. Y a quien no le guste este repaso, que siga esperando un pitón que aún no está anunciado en ninguna plaza más que en esta.