Jaime González-Écija es otro de los nombres que hará el paseíllo el próximo sábado en la plaza de toros de Antequera, en Málaga, dentro del circuito que la Fundación Toro de Lidia y la Junta de Andalucía están llevando a cabo. El novillero de Écija debutó con caballos el pasado año en la localidad madrileña de Valdilecha con un encierro de Victoriano del Río y posteriormente tuvo la oportunidad de estar acartelado en el festival benéfico de La Maestranza el 12 de octubre al lado de las figuras del toreo. Previamente, había triunfado de forma doble en el mismo escenario, dentro de las novilladas de promoción del mes de julio
“Es una temporada muy complicada, porque se veía muy cuesta arriba y muy difícil anunciarse Gracias a la Fundación y a la Junta puedo torear y tengo la oportunidad de expresarme”, comienza explicando en una entrevista a CULTORO. “Este año pude torear dos novilladas en México en el mes de enero. La preparación en el campo ha sido muy intensa, por lo que he podido hacer muchos tentaderos y la puesta a punto ha sido dura”, asegura.
El año pasado cortó dos orejas en La Maestranza, en las dos tardes del certamen, y eso le sirvió como aduana para seguir andando en un mundo difícil. Ahora, se enfrentará a un encierro de Domínguez Camacho en Antequera, hierro que no ha tenido la oportunidad de torear, “pero todos sabemos que es una ganadería contrastada, de primer nivel, procedencia Marqués de Domecq. Lo normal es que embista y es muy ilusionante estar con ese hierro”, concluye el joven.