JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Un millón de euros. Esa es la cifra que mueve la Feria del Milagro de Illescas, que se celebra durante sábado y domingo en la cubierta toledana, en los negocios de la localidad. Alejandro Hernández es el concejal de Festejos del Consistorio, que narra y desgrana la previa del serial manchego.
Ya estamos en capilla…
La culpa del éxito se debe a Maximino Pérez, que sigue buscando crecer y convertir Illescas en un referente en el inicio de la temporada. Tal y como lo está llevando, nadie duda que si no es referente, poco le falta. Celebramos una vez más que Illescas pueda ser un punto importante dentro del calendario taurino de este país.
El millón de euros es una cifra irrebatible por todo y por todos y que es la mejor defensa para un Ayuntamiento como el vuestro.
Sí, el movimiento económico que tiene en el municipio no tiene discusión. Es tan sencillo como ir el día del evento y ver el movimiento que hay en bares, restaurantes, comercios, actividades culturales… es algo que es irrebatible. Tal y como están las cosas últimamente, es nuestro mejor aval para seguir luchando por conservar este tipo de festejos.
Fueron diez años los firmados, pero de momento los Milagros se suceden desde esa firma. Siempre saca el conejo de la chistera Maximino para sorprendernos con su cartel.
Firmamos diez años, pero realmente hemos firmado diez milagros. Este año es el tercero, aún nos quedan unos cuantos más y qué decir de los que vienen. Todo recuerda las faenas de Morante, el indulto de Manzanares o la presencia de Aguado.
Y la corrida de rejones también con tres rejoneadores de nivel.
Sí. El año pasado pudimos ver una corrida de rejones exquisita y esperemos que este año se afiance mucho más el festejo.
Una plaza de toros de Illescas que, en son del crecimiento de la ciudad, va creciendo en festejos y en calidad de éstos.
Illescas ahora mismo es referencia nacional en cuanto al mudno de la logística, se suceden las noticias cada mes de una nueva empresa que viene a afincarse a Illescas. Ese crecimiento se traslada al número de festejos. Cada año podemos decir que vamos creciendo, afianzando los cimientos para no derrumbarnos.