TEXTO: MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: ÁNGEL SAINOS
Una corrida de De la Mora sustituía, en la tarde de este 24 de noviembre, a la anunciada en la Monumental Plaza México. Juan Pablo Sánchez, Diego Silveti y Joaquín Galdós trenzaban el paseíllo en el emblemático coso azteca.
Con extraordinaria suavidad le condujo la intención Juan Pablo Sánchez al primero, tan justo de raza como boyante de almíbar. Eso le sirvió a Juan Pablo en el inicio de muleta, donde no dejó el animal de perseguir y obedecer, a más en la entrega cuanto más abajo lñe proponía el trapo el torero mexicano. Hasta que llegó una tanda diestra de exigencia, propuesta maciza y vuelo rasante que el tendido coreó y el animal acusó. Luego fue a menos en el empleo porque no quedaba ya fondo para mantener el empleo. Un espadazo contundente le puso en la mano la primera oreja de la tarde.
También Diego Silveti tiró de suavidad para hacerse con la arrancada tarda y hasta remisa del segundo en el capote, pero luego dejó ver algo más de correa con la franela. Frenó a media carrera, se paró en el embroque y volvió sobre las manos en varias ocasiones el de De La Mora, que terminó obedeciendo a la firmeza de Diego, pero le costó emplearse con calidad. No tuvo dudas Silveti en la faena, y eso lo puso por encima del animal. Silencio.
Al tercero le aprovechó Ginés Marín la movilidad con que salió para variarle las verónicas con una chicuelina y varias cordobinas que llegaron mucho al tendido, al igual que la monumental media con que abrochó el saludo. Por chicuelinas quitó el extremeño con gran quietud. Anduvo listo Ginés para utilizar siempre los vicios del toro a su favor, y de esa forma metió en cintura a un animal que terminó entregando la cuchara ante la pasmosa seguridad de Marín. Pero le faltó fondo al toro para que la transmisión resultase suficiente. Salió al tercio a saludar.
También con el cuarto lució Juan Pablo Sánchez con el capote en un saludo breve pero muy intenso. Y así fue la faena en general al castaño, que fue obedeciendo al oficio veterano del torero, que fue lo que utilizó para meterlo en el canasto hasta que le arrancó la entrega en derechazos de mano muy baja. Acertó en los cites y acertó también al elegir los terrenos en cada momento de la lidia para desengañar al animal, que nunca terminó de ser boyante. Una gran estocada acabó con el animal, pero el puntillero levantó al toro y todo terminó enfriándose hasta quedar en vuelta al ruedo y perder la puerta grande.
Con lances a pies juntos recibió Diego Silveti al quinto, muy molestado por un terrible viento que se levantó de forma sorpresiva. Menos lo hizo en el quite, en el que ajustó las gaoneras Diego para pasarse muy cerca la arrancada corta del animal, que obligó a perder pasos al torero antes de rematar. Pero se gastó mucho en el caballo el animal, en un gran puyazo de Salomón Azpeitia, y cuando llegó a la muleta ya no tenía la fuerza para entregarse. Le faltó empleo, transmisión y entrega en una embestida informal que no le sirvió a Silveti, a pesar de su tremenda voluntad de triunfo. Le costó, incluso, una voltereta de la que no parecía estar herido el mexicano, que quedó en silencio.
Lo vio muy claro Ginés Marín con el capote para lancear en el saludo a un toro que se fue quedando cada vez más corto hasta el remate soltando un extremo del percal. Pero lo fue sobando el extremeño hasta hacer que brotase su gran fondo y amalgamarse con el toro de De la Mora en una faena casi sin un error. Fue una obra de entrega, de mano baja y a más, de inteligencia en las distancias hasta terminar entre pitones cuando ya no había más viaje. Fue una demostración de aprovechar embestidas hasta que no hubo ni una más. Listo al mirar al tendido en el epílogo, cuando ya no iba para adelante el toro y había que ponerle transmisión. Tan inspirado y metido anduvo Ginés que hasta tiró la muleta al suelo en un desplante en gesto de victoria. Pero el pinchazo trasero emborronó la obra, que quedó en vuelta tras el estoconazo posterior.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental Plaza México. Cuarta de la Temporada Grande Internacional. Corrida de toros. Un cuarto del numerado.
Seis toros de De la Mora, correctos de presencia. De gran calidad con el fondo justo el primero; correoso y defensivo el segundo; de buena clase sin demasiada transmisión el tercero; obediente sin entrega el castaño cuarto; defensivo y sin transmisión el quinto; de mucha clase y empleo el gran sexto.
Juan Pablo Sánchez (canela y oro): oreja y vuelta al ruedo.
Diego Silveti (burdeos y oro): silencio y silencio.
Ginés Marín (fucsia y oro): ovación y vuelta al ruedo.