Villaseca de la Sagra celebrará el próximo sábado una de las citas que más interés ha despertado entre la afición de Toledo y Madrid: el tercer memorial de la Fundación Víctor Barrio, en el que harán el paseíllo Urdiales, Escribano, Marín, Lorenzo y el novillero Marcos. El presidente de la Fundación es Sergio Miguel, al que entrevistamos.
¿Qué ambiente previo se respira?
Un ambiente con mucho optimismo y con muchas ganas de que llegue la fecha para disfrutar de un día entrañable en compañía de los aficionados que recuerdan a Víctor.
¿Desde qué hora habrá actividades en Villaseca?
A las once darán comienzo las actividades y posteriormente iniciaremos cada uno de los talleres, dividiendo a los niños con grupos. A última hora de la mañana, alguno de los toreros que lidiarán el festival acompañarán a los niños.
Es un cartel con toreros que han sido Alfarero de Oro, como es el caso de Marín o Lorenzo, siempre honrando a la afición de Toledo y a la figura de un Víctor Barrio que fue Alfarero de Oro.
Uno de los motivos por los que nos decidimos trasladar el festival de Sepúlveda a Villaseca es porque allí se le recuerda con gran cariño a Víctor. Villaseca es muy querido para nosotros. En cuanto a los toreros, destacar la buena voluntad de todos, viniendo a actuar de forma desinteresada junto a las cuadrillas.
Por parte del Ayuntamiento, supongo que habrán sido todo facilidades.
Sí, siempre lo hemos dicho y siempre lo han tenido claro. Firmamos un acuerdo sin coste alguno de las instalaciones ni de personal de plaza. Gracias a ello, hemos conseguido un gran cartel.
Además, el tiempo acompañará.
A ver si Dios lo quiere, porque haciendo bueno los niños se acercan a la plaza. Hasta los ocho años, los niños no pagan. Parte de la plaza está techada, pero esperemos que no haga falta.
Ojalá se llene la plaza, como así ocurrió en el Alfarero.
Sí, en la pasada Feria hubo varios llenos, en los recortes hubo gente que se quedó fuera.
¿Es picado?
Sí.
¿Esta cita anual será itinerante o tendrá carácter fijo?
No lo sabemos. Nos dio mucha pena tenerlo que sacar de Sepúlveda, pero las circunstancias así lo demandaron. Nos encontramos con Villaseca con los brazos abiertos.