Aranda de Duero vive su Feria taurina durante estos días, un serial organizado por la familia Del Río en el que pone todo el empeño para que toros, toreros jóvenes y figuras consolidadas hagan las delicias del abonado y del peñista. Pablo del Río, buenas noches.
Buenas noches.
Han sido y son grandes carteles para el abonado y para las peñas.
Sí, la gente de Aranda de Duero es muy celosa del mantenimiento de los abonos y había que cuidarlos.
Han sido cuatro festejos de máxima calidad, con las máximas figuras, con los más jóvenes presentes, ¿por qué de cada uno de los días?
Sobre todo, la feria va en ascenso por la idiosincrasia particular de Aranda, que siempre van a más las entradas de la feria. Además, nos hemos tenido que amoldar a las exigencias del Ayuntamiento. Hemos tratado de mantener ese criterio en cuestión de los espectáculos que se trata. Morenito y Emilio de Justo, clasicismo puro, son la base del primer día junto a Luis David, y a partir de ahí la feria va in crescendo.
La corrida del 17 de septiembre la han sostenido los jóvenes.
Tenemos que ir incorporando nuevos nombres. Abrimos la baraja de esas nuevas figuras que emergen y que están triunfando todos los días, como el caso de Luis David, De Justo, Román, Luis David, que están dando codazos para poder entrar en estas ferias. Luis David y Marín fueron triunfadores de las últimas ferias y las peñas nos han hablado de estos nombres.
Y la traca final, el 21 de septiembre.
Sí, según se están desarrollando las ventas habrá una gran entrada. Hemos juntado las figuras en un cartel muy rematado con Ponce, Perera y Aguado, y eso junto a la ganadería es un aliciente muy importante. Una pena no poder rematar el fin de semana que teníamos previsto por las exigencias del Ayuntamiento, pero bueno. Esperamos que los hosteleros hagan dinero, pero no tanto como si hubiésemos podido ampliar el abono con ese gran fin de semana.