Javier Fernández-Caballero / Fotos: Eusebio Sánchez
Diego Peseiro, Miguel Polope y Pablo Páez trenzaban, este 9 de septiembre, el paseíllo en la tercera del Alfarero de Oro de la localidad toledana de Villaseca de la Sagra. Se lidiaba un encierro santacolomeño de La Quinta.
Sinceridad sin eco de Peseiro ante la clase sin emoción del primero
Al portón de los sustos se fue Peseiro a saludar al primero, un animal en el tipo de Santa Coloma y al que, tras una ajustada cambiada en chiqueros, le recetó arrebatadas pero sinceras verónicas. Para olvidar el tercio de varas. Quitó por tafalleras un Polope que sentenció su personalidad en la enorme media que le dio. Y gustó un alegre Peseiro en banderillas, dejando el mejor par al violín. Al público fue el brindis del portugués, que inició por estatuarios y prosiguió aprovechando la despaciosa y enclasada embestida de un animal que viajó a ralentí. Pero no tenía la emoción necesaria para transmitir arriba. Aún así, le sopló series de toreo despacioso; una pena el desarme antes de la estocada baja. Silencio para el novillero.
Un Polope volteado por el orientado segundo se arrebata
De escurrida estampa el segundo, al que Polope dejó alguna verónica suelta de salida y que comenzó a orientarse conforme avanzaba la lidia. Novillo que quiso tomar bien la primera serie del valenciano pero que lo trincó en la segunda, en la que fue volteado de forma fea. Y arrebatado aunque magullado volvió Polope a la cara del animal, al que le sopló una serie más y las bernadinas finales. Animal complicado y con peligro al que mató de estocada y estocada baja. Silencio.
Corrección sin más de un Páez que sólo conecta frente al repetidor tercero cuando lo mata
No conectó con el capote frente al astifino tercero Pablo Páez, pero sí lo hizo y puso en pie al tendido en sus dos pares José Otero. Se movía el repetidor animal en las telas de un novillero que se limitó a pasarlo de forma correcta por ambos lados. Lo mejor de su obra, la estocada hasta las cintas y efectiva. Y fue lo único que tuvo gran eco y que propició una petición minoritaria de premio. Vuelta.
Peseiro arruina con la espada la faena de su vida novilleril ante un cuarto de vuelta
Bonito de estampa el Perlas Negras cuarto, animal al que le dejó dos medias abelmontadas en el saludo y en el quite. Tras el tercio de banderillas que protagonizó él mismo, le sopló un inicio de faena por doblones de pleno calado arriba, sobre todo por el trazo bajo que le recetó. E hizo el toreo largo ante un animal bravo con mayúsculas, con humillación y recorrido enclasados y profundidad en su viaje. Fue plena por ambos lados la obra del joven, que se tiró incluso de rodillas y dejó buenos momentos. Pero lastró con la espada el doble premio y éste quedó en una vuelta al ruedo para él y otra para el novillo en el arrastre.
Polope tira de actitud ante la corta embestida del quinto
Más hondo de estampa el aplaudido quinto, pero que se le quedaba más corto a Polope cuando le plantaba las telas. Aún así logró tirar de él y robarle algunos compases lucidos el valenciano. Animal que levantaba la cabeza en mitad del embroque y con el que tuvo que tirar de actitud Polope. Mató de una estocada contraria al encuentro, un pinchazo y una nueva estocada atravesada. Silencio.
Pablo Páez no pasa de correcto con el repetirdor sexto
Con pinta de vaca vieja salió un sexto que, sin embargo, tenía bella capa. No conectó Páez en el capote ni tampoco en la muleta a un animal repetidor. Se limitó a pasaportarlo sin más de forma limpia por ambos lados y darse un arrimón por circulares final. Mató de pinchazo y estocada y fue silenciado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Tercera del Alfarero de Oro. Novillada picada. Lleno en el aforo permitido.
Novillos de La Quinta. Con enorme clase y de ralentizada embestida pero sin fuerza la del primero; orientado y peligroso el escurrido segundo; repetidor el astifino tercero, aplaudido en el arrastre; con humillación enclasada y codicia el bravo cuarto, de vuelta al ruedo; con movilidad desclasada y pegajosa un quinto con la cara alta; con movilidad sin clase el sexto.
Diego Peseiro, silencio y vuelta.
Miguel Polope, silencio y silencio.
Pablo Páez, vuelta al ruedo y silencio.