MADRID

Román sufre un cornalón y Curro Díaz hace el toreo con premio


domingo 9 junio, 2019

Fortísima cornada a Román por el tercero, que lo metió a la enfermería en la suerte suprema. Oreja al toreo de Curro Díaz ante el emotivo cuarto. Silenciado Moral en su lote.

Fortísima cornada a Román por el tercero, que lo metió a la enfermería en la suerte suprema. Oreja al toreo de Curro Díaz ante el emotivo cuarto. Silenciado Moral en su lote.

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

Curro Díaz, Pepe Moral y Román –en sustitución del herido Emilio de Justo- componían el cartel de este domingo en Las Ventas para la corrida de Baltasar Ibán de la Feria de San Isidro. A las siete en punto arrancaba el paseíllo.

Para atrás se fue el primero de Ibán por un problema en los cuartos traseros, saliendo el primer sobrero con el hierro de Montealto. No era fácil un animal con el que ya Óscar Castellanos con el Capote tuvo que domeñar su tranco geniudo. Y fue el izquierdo el pitón que vio Curro más potable del animal y por donde le pegó los momentos más templados de su labor. Tuvo que tragarle por ese lado a un toro al que le bajó la mano. Fue un toro medidor y que tenía solamente medio muletazo. Espada en mano, el jiennense dejó un metisaca y una estocada de efecto tardío. Silencio. 

«Camarito» llevaba por nombre el segundo del festejo, ya con el hierro titular, al que Pepe Moral anduvo con torería hacia atrás al animal. Buen tercio de varas de Juan Antonio Carbonell con un animal que metía la cara con ahínco y fijeza por abajo. Toreo largo le pegó Moral en la primera de las series ante un animal repetidor y, además, por abajo. Por ahí encontró el sitio que llegó a Madrid hasta que el animal cerró la persiana. Dejó un pinchazo previo a una media que escupió y un golpe de descabello que le valió para echarse al animal. Silencio. 

«Santanero I» llevaba por nombre el tercero, primero del lote de Román, al que el valenciano no pudo lucir de salida y que derribó a Chocolate en la primera vara. Pasó las de Caín la cuadrilla en el tercio de banderillas con un animal que era reservón y con el que fue prendido El Sirio en el último par. Ya muleta en mano, supo Román aprovechar a un toro violento y rajado a base de agallas. Se puso en el sitio, propuso en dos tandas por la derecha de plena quietud y le tragó al animal muy mucho. A zurdas ya huía más el toro pero permaneció firme el torero, matando de estocada y prendiéndolo de feisima forma.

«Arbolario» se llamaba un cuarto al que Curro Díaz saludó cuando la plaza aún estaba sobrecogida. Al propio Román brindó  De plena conexión fue la primera de las series por la mano derecha ante un toro repetidor y con motor. Por ahí fue por donde llegó con fuerza al tendido la labor de un torero que se embraguetó con plena personalidad. Se vino abajo el toro por el izquierdo y se fue a por la espada el de Linares, matando de un soberbio estoconazo. Oreja con fuerza. 

Reponía de salida un sexto con el que Curro Díaz dejó detalles capoteros de salida. Animal nada fácil en banderillas y al que le hizo Óscar Castellanos las cosas perfectas en la lidia. Ya en la muleta, pegaba tornillazos el astado en la proposición a zurdas del de Linares, que se impuso a la peligrosidad del toro. Mató a la segunda de estocada efectiva. 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Vigésimo octava de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 19.000 personas.

Toros de Herederos de Baltasar Ibán, bien presentados y un sobrero de Montealto, primero bis. Para atrás el primero por flojo; medidor un geniudo primero bis de sólo medio muletazo; humillador el segundo hasta que bajó la persiana de su repetición; reservón, violento y finalmente rajado el tercero; repetidor, con motor y empuje a diestras el aplaudido cuarto; insulso el deslucido quinto; peligrosos los tornillazos del violento sexto.

Curro Díaz (azul rey y oro): silencio, oreja y ovación de despedida.

Pepe Moral (canela y oro): silencio y silencio.

Román (azul rey y oro): oreja (herido)