JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Tan sólo a unos días estamos de que uno de los novilleros que se erigió como nombre fundamental de la juventud haga de nuevo el paseíllo. Ha decidido que sea en Arles, una plaza en la que lo fue todo. Antonio Borrero Chamaco.
¿Qué pasa por su cabeza tan sólo a unos días de reaparecer en Arles?
Estamos enfocados en entrenar y en llevar a cabo la rutina de un torero.
¿Ha costado mucho volver a poner el engranaje en marcha de nuevo?
Sí, por supuesto. Pocos saben lo difícil que es tomarle la medida a un toro y el entrenamiento para reaparecer.
Si había una plaza en la que había que volver esa era Arles…
Arles y Francia. Es un pueblo hermano y esa afición siempre me ha entendido y me ha querido mucho. Juan Bautista ha considerado hacerme una oferta importante y hemos terminado reapareciendo.
¿Cuál es su mejor y su peor recuerdo en esta zona de Francia?
Yo reaparecí precisamente en Nimes, a 30 kilómetros de Arles. Uno de mis mejores recuerdos pasan por un toro de Jandilla que fue un sobrero: viví un momento muy emocionante para el público y para mí. De los negativos, como cualquier torero, las cornadas.
Para los aficionados jóvenes y que no hemos podido vivir la etapa novilleril que fue y que significó para el toreo su trayectoria, ¿cómo se la explicaría?
La realidad es que yo vengo de una saga taurina comandada por mi padre y lo qye yo aprendí era exigencia y pundonor. Lo que uno transmite en su toreo es precisamente eso, pundonor. Al final, todo matador de toros hace las mismas cosas: naturales, derechazos, pases de pecho… y lo que realmente cambia es el temple pero, por supuesto, la personalidad que tú le das a aquello. Todos los seres humanos somos únicos, todos tenemos nuestro sello, algunos llegan más y otros menos, pero al final tienes que sentirte.
Hay mucho de sentimiento en esas palabras, mucho de verdad y mucho de dureza, ¿cómo ve los novilleros hoy día?
En un mérito tremendo. Creo que estamos en una sinrazón taurina. El volumen de las novilladas se ha exagerado total. Tienen el mismo volumen que las corridas de toros y en ese sentido creo que estamos perdiendo el norte. La sinrazón se ha apoderado del mundo taurino. En esta época, los toros salen con un volumen que no es propio de torear como antaño. El toro tiene que tener volumen, pero tiene que tener también tipo de toro bravo y parece que queremos aumentar el volumen de tal forma que asuste hasta al último hombre de la plaza. Ahora, un matador de toros está pegando el muletazo estirado y falta medio tren aún por pasar. Los novilleros tienen un mérito tremendo, porque tienen que apechugar con muy pocas novilladas y con mucho volumen delatne. Yo, que soy un amante del toro bravo, me decepciono a la hora de ver cómo se aumenta un toro en volumen que no tiene sentido.
¿Cómo ha sido su preparación con el toro en el campo?
Los toros ya te digo que no pesarán 600 kilos, sino que se podrán mover. Trataremos de torear, que en realidad es lo que a nosotros nos llena y nos gusta hacer. Incluso una vaca de tentadero y pequeña te emociona cuando aquello sale como tiene que salir.
Un cartel con dos figuras del toreo, ¿es Arles solamente o habrá más?
No cierro la puerta a ningún compromiso más, pero no estoy para hacer temporada. Veré si me encuentro bien en Arles, lo primero, porque no tiene sentido plantearse nada más si no sale bien. Si luego me salen otras cosas que puedan tener sentido, igual toreo. No cierro esa posibilidad, pero ahora mismo no estoy para torear en Morón de la Frontera, con todos los respetos. Creo que es un circuito que hay que dejar para toreros que torean mucho menos y que cuando lleguen a un sitio de responsabilidad puedan torear: no puede ser que Ponce o Cayetano estén en Morón, porque hay que dejarles esos sitios a los matadores de toros que menos torean.