JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO/ FOTO: JOEL BURAVAND
Varea luchó el pasado domingo contra viento y marea, finalmente se echó la tarde hacia adelante en La Magdalena y paseó una oreja que sabe a triunfo por el sabor que infundió, por la entrega que derrochó y por el sabor que tuvo una tarde de la que se enteró todo el toreo.
Enhorabuena por la oreja y por la imagen mostrada.
Gracias.
No hubo PG pero sí dejaste el aroma de un torero joven que quiere ser alguien en esto.
Sí, creo que se quedaron grabadas las formas. Pude matar el toro bien, la estocada era de dos orejas pero sus motivos tendría el palco para no darlo.
Posiblemente sea tu gran faena en Castellón hasta el momento.
Puede que sea la más emotiva.
¿Qué se cuajó en los momentos previos al festejo? ¿Se barajó en algún momento la suspensión?
Fueron momentos muy incómodos para mi postura, y estaba prácticamente suspendida la corrida. Los areneros habían arreglado el ruedo, mi postura era torear, la cosa estaba tensa y en principio se iba a suspender.
Supiste agradecer el gesto a Finito y Cayetano brindándole el sexto.
Por agradecimiento y también por admiración.
¿Con qué te quedas y con qué no de tu tarde?
Me quedo con lo positivo, que creo que fue bastante, y también con mejorar, con corregir, con evolucionar y llegar a esa perfección que nunca se alcanza.
Se ha podido ver la evolución y el intenso invierno junto a tu apoderado, Jorge Manrique.
Ha sido un invierno intenso. Manrique está muy ilusionado porque las cosas salgan y eso se agradece. La verdad que Jorge está haciendo una labor fundamental.