Stéphan Guin
El hierro de Roland Durand, ganadero que dirige el hierro junto con el también rejoneador Raphael Durand y de procedencia Miranda de Pericalvo, era el que tomaba parte este jueves en la apertura de la Feria de la Vendimia nimeña este jueves. En ella se disputaba la 60ª edición del “Capote de Oro”, un premio que ostentan figuras como José Falcon, Julio Robles, Niño de la Capea, Emilio Muñoz, Yiyo, Jesulín, Finito de Córdoba, José Tomás, El Juli, Perera o Talavante. Tres toreros lo han ganado en dos ocasiones: Nimeño. El Rafi y Andy Younes. En esta ocasión se lo disputaban Carlos Olsina, Miguel Polope y Solalito… pero ninguno de los tres lo consiguió, ya que el jurado lo declaró desierto.
Un Olsina volteado y entregado pasea la oreja del primero de Durand
Nacido en enero de 2018, número 8, de 495 kilos, alto y amorrillado era el primero de la tarde, al que Carlos Olsina saludó con una larga afarolada de rodillas, mostrando tras ella su evolución a la verónica. El novillo recibió sus dos puyazos reglamentarios y quitó por chicuelinas Miguel Polope, dos de ellas muy ajustadas. De rodillas en los medios comenzó su obra Olsina, mostrando la nobleza y buen recorrido del de Durand en dos primeras series por la diestra. Aunque le faltaba un punto de raza al animal, puso empeño el joven en correrle la mano con gusto. Fue cogido feamente en un final por cercanías en el que el animal se defendió. Terminó por bernadinas ajustadas, mató de un espadazo desprendido y vertical pero que tuvo efecto. Oreja.
Polope construye una faena de buen gusto al segundo pero lastra la obra con el acero
El segundo novillo de la tarde fue un animal negro de capa, de 440 kilos, nacido en marzo de 2018, más bajo que el anterior y bien hecho. Variado con el capote anduvo Miguel Polope ante un animal que recibió dos varas de fea colocación y una tercera en mejor lugar. Tras un inicio de faena por péndulos en el centro del anillo, el valenciano ayudó a un novillo que tenía prontitud, galope y nobleza, pero le faltaba un punto de fuerza. Con inteligencia, Polope utilizó la inercia del animal y construyó una faena con momentos importantes sobre la mano diestra. Tras un pinchazo, mató finalmente con una estocada un punto caída pero efectiva. Ovación tras aviso.
Solalito le sopla naturales de buen trazo al enclasado tercero
Al tercero, número 62, negro de capa, de 435 kilos, nacido en abril de 2018, lo saludó Solalito a la verónica y, tras ello, recibió una primera vara trasera y una segunda en la que mostró falta de fuerza. Olsina remató el tercio con un quite por gaoneras. Espectacular tercio de banderillas del nimeño, que saludó una fuerte ovación. Inició por alto su faena al hilo de tablas, ante un animal que tenía más clase que sus hermanos anteriores. Faena importante, sobre todo, por la mano izquierda, buscando siempre el buen toreo. Fue volteado sin consecuencias aparentes en la parte final de la obra, rematando por manoletinas. Terminó con un espadazo trasero y caído, teniendo que usar el descabello. Ovación tras aviso.
Olsina pone la chispa que le faltaba al noble cuarto pero el acero le quita un nuevo premio
El cuarto, un negro número 4 de 450 kilos nacido en enero de 2018, era un animal más ofensivo de cara que los anteriores. El francés lo saludó por delantales y posteriores gaoneras, además de dos largas afaroladas de rodillas en los medios como cierre del prólogo. Se empleó el de Durand en la primera vara, cuidándolo el picador en la segunda. Brindó Olsina el animal al padre de Sebastán Castella en un emotivo momento. Animal con los anteriores, noble, pero le faltaba un punto de fuera. Con él mostró una técnica consolidada el de Béziers, pero le faltaba chispa al novillo. Arrimón final, pero la lluvia comenzó a caer. Remató la obra por bernadinas antes de perder premio por los aceros, pinchando en varias ocasiones. Silencio tras dos avisos.
Detalles toreros de un Miguel Polope que se choca contra un quinto de nula conexión
En quinto lugar salió un novillo de 480 kilos, número 12, animal muy frío de inicio y que no se entregó en los primeros compases. Realizó Polope unas insistentes verónicas de mérito. Tercio de varas sin pena ni gloria ante un animal con movilidad y nobleza, pero le faltaba raza para empujar por abajo el muletazo y fue muy tardo en su viaje, lo que complicaba el trazo del novillero levantino. Imposible conectar con el tendido, pero dejó detalles toreros y artistas que gustaron al tendido. Tras una estocada baja, el novillo lo prendió en el segundo intento sin consecuencias aparentes, siendo finalmente silenciado tras aviso.
Oreja bajo la lluvia para Solalito en el sexto
El sexto novillo pesaba 485 kilos, nacido en febrero de 2018, era un animal serio de estampa y con mucha cara. Variado anduvo Solalito en el recibo capotero con él. Después de que el animal perdiese las manos, realizó un quite por chicuelinas para rematar el tercio. Bajo una fuerte lluvia, el nimeño lució de nuevo con los palos, siempre muy entregado. También se volcó en el inicio de faena de rodillas, intentando ligar los muletazos frente a un animal al que le costó repetir en la embestida. Remató por luquecinas. Tras un metisaca, metió el acero entero. Aviso y oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Nimes. Primera de la Feria de la Vendimia. Novillada picada. Unas 2.000 personas en los tendidos.
Novillos de Roland Durand.
Carlos Olsina, oreja y silencio tras dos avisos.
Miguel Polope, ovación tras aviso y silencio tras aviso.
Solalito, ovación tras aviso y oreja.