MADRID

Mal final de la apuesta de Talavante entre el naufragio de Adolfo


viernes 5 octubre, 2018

Sólo el capote y el sello al natural de Álvaro Lorenzo quedará en el recuerdo en esta tarde en la que el hierro falló y en la que Talavante se fue entre pitos de la plaza; Luis David, sin opciones.

Sólo el capote y el sello al natural de Álvaro Lorenzo quedará en el recuerdo en esta tarde en la que el hierro falló y en la que Talavante se fue entre pitos de la plaza; Luis David, sin opciones.

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

La cuarta de abono de la Feria de Otoño llegaba en la tarde de este viernes a la plaza de toros de Las Ventas. Gran expectación con una terna compuesta por Alejandro Talavante, Álvaro Lorenzo y Luis David con los toros de Adolfo Martín. 

A portagayola con el primero se fue Alejandro Talavante, un animal que volteó soberanamente tras la salida del caballo a Juan José Trujillo, saliendo magullado el subalterno. Discreta fue la forma de sacarse a los medios al toro de Talavante, un animal que se quedaba corto y al que intentó muletear por la mano derecha Talavante sin llegar arriba. No hubo opciones y, además, no lo mató pronto el extremeño.

“Baratero” llevaba por nombre el segundo de la tarde, animal cárdeno bragado y meano, nacido en enero de 2014 con un peso de 572 kilos y primero del lote de Álvaro Lorenzo. Dulzura expresó en su capote Lorenzo en su recibo, dejando especialmente una extraordinaria media, templada como todo el ramillete veroniquil que el toledano ejecutó. Una barbaridad expuso Sergio Aguilar en el primer par a un toro que le cortó, mientras lidiaba Puchi. Alberto Zayas completó el tercio. Al público fue el brindis del manchego ante un toro que tenía poco recorrido pero al que le hizo el toreo despacioso el joven. Tuvo que provocar la embestida por la diestra ante un toro tardo en su arrancada y lo consiguió. Por el pitón izquierdo llegaron los momentos más granados de una labor en la que ralentizó el toreo al natural, hundiendo el trazo y llegando arriba de esa forma. Toreo caro a zurdas. La espada le entró, pero tras ponerle el cárdeno los pitones en el pecho, la tardanza en caer evitó el premio.

“Malagueño”, de 545 kilos, nacido en febrero de 2014, era el primero del lote de Luis David Adame y tercero de la tarde. Hasta los mismos medios se llevó el hidrocálido al animal con el capote. A pesar del brindis de Adame, el toro no tuvo motor para aguantar la proposición sincera del mexicano. Quiso y le sonsacó momentos de belleza en el trazo, pero no tuvo calado por la falta de empuje de un cárdeno claro parado. Sin opciones el joven, tan solo pudo lucirse en colocación. A espadas, dejó una primera defectuosa y una segunda que fue efectiva.

“Peluquero” fue el cuarto, nacido en marzo de 2014, con un peso de 563 kilos y segundo del lote de Alejandro Talavante. No hubo opciones del torero con un animal que fue agrio, que se quedaba corto y que fue peligroso. No tuvo opciones. Además, no acertó a espadas el extremeño. Escuchó pitos.

Devuelto fue el segundo del lote de Lorenzo, siendo sustituido por un sobrero de Conde de Mayalde de nombre “Atrevido”, con 598 kilos de peso. Rectificó Francisco Javier Sánchez en una primera vara que el toro tomó al relance y en la que empujó con fuerza. De lejos le planteó el toreo en la primera tanda a diestras el toledano, ante un animal que no terminó de romper en clase y entrega humillada. A pesar de los defectos, permaneció firme el manchego pero tardó en finiquitar la vida del de Mayalde. Sonó un aviso.

A los medios de nuevo con desparpajo se sacó con la rodilla genuflexa Luis David a su segundo, pero fue otro toro que no prestó opciones de triunfo. Tras pasaportarlo sin conexión con el tendido por ambas manos, falló con el descabello y no gustó a la plaza.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Cuarta de la feria de Otoño. Corrida de toros. Lleno. 

Toros de Adolfo Martín y uno, el quinto bis, de Conde de Mayalde. Mentiroso y merodeador el mirón primero, de nula entrega. De clara humillación a zurdas el medidor segundo. De buena calidad y entrega el tercero, de lenta embestida. Sin empleo ni humillación el deslucido cuarto. Con calidad pero sin ritmo ni fuelle el sobrero quinto. Exigente y con transmisión el sexto. 

Alejandro Talavante, silencio y pitos. 

Álvaro Lorenzo, silencio y silencio tras aviso. 

Luis David Adame, silencio y silencio tras aviso.