FOTOS: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO
Eternos fueron los segundos en los que el malagueño sufrió una fortísima voltereta por el toro: en la suerte suprema, el de Conde de Mayalde lo zarandeó durante más de veinte segundos y estuvo a merced del animal tras una doble actuación de exposición máxima. Rápidamente se lo llevaron sus compañeros a la enfermería.