JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Cortó tres orejas en su primera tarde en Albacete y dos en su segunda, ésta con toros de La Quinta. Antes de su cita en la corrida de la Hispanidad del 12 de octubre en Madrid, analiza su doble triunfo en casa.
Doble tarde y doble puerta grande. La primera tarde salió a hombros con tres orejas y la segunda también con el encierro de La Quinta. Torero, buenas noches. Enhorabuena.
Seis veces consecutivas saliendo a hombros de la plaza de tu tierra. No es fácil y por ello de ahí el mérito, ¿Cómo se queda el cuerpo y el alma tras el triunfo?
Tranquilo, porque me queda la satisfacción de haber hecho las cosas al cien por cien, de haber entregado mi cuerpo y mi mente y eso hace que me quede tranquilo. También la suerte ha estado de mi parte, y si no, no hubiese sido posible. Eso me alimenta mucho de llegar a lo más alto de mi profesión.
Tenías el doble reto de hacer el paseíllo en tu tierra, ¿cómo valoras tu doble tarde en cuanto a los hierros a los que te has enfrentado se refiere?
Yo creo que han sido dos tardes en las que se ha podido ver mi imagen, una en el sentido más artístico del toreo y luego mi otra tauromaquia, con ese segundo toro de La Quinta que pidió los papeles. Arranqué una oreja que me permitió salir en hombros. Creo que se ha visto mi tauromaquia y las distintas maneras de hacerlo: cuando el toro me ha dejado y cuando no.
Golpe tras golpe, y pagando con sangre en Madrid tu entrega, como hace un año, ¿qué crees que está faltando para entrar en las ferias?
Un triunfo fuerte en Madrid. Estamos matando corridas que no son nada fáciles y eso hace que a lo mejor no lleguen los triunfos como uno quiere. El porcentaje de triunfar no es tan grande como en otras.
Qué gran día el 12 de octubre para poner un titular a hombros…
Sería un broche dorado a la temporada. Vamos a seguir preparándonos para ese día. Vamos a ver qué pasa y ojalá que todo salga como estamos planeando ahora.
En Guadalix algún novillo de Partido de Resina se dejó.
Sí, han hablado bien de esa novillada. Ojalá llegue la faena que todos queremos. La afición de Madrid es la más exigente pero la más agradecida cuando te entregas.