JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Mañana será un día especial para Toñete: su alternativa espera en la plaza de toros de Nimes para la segunda de abono de la Feria de la Vendimia. “Este final de temporada ha sido importante. Los novilleros tenemos un constante aprendizaje y las novilladas están para eso. Aunque sea tan duro porque hay que triunfar porque lo necesita uno para seguir navegando”, señala el joven.
Lo que saca más positivo de su temporada no es “el número, sino que he ido avanzando y he ido mejorando”. Sabe que ha tenido cosas a favor y en contra en una carrera novilleril en la que ha tenido “una pelea constante. Va a haber gente que no va a estar de acuerdo con mi caso, tiene cierto resentimiento. Cuando uno se pone delante del toro se debe respetar. Sé que mucha gente no me tomaba en serio, yo venía con un objetivo claro: quiero ser figura, quiero funcionar, quiero mandar”.
Mucha gente, como defiende, “no me ha tenido en cuenta desde un primer momento, pero el que de verdad va a la plaza para emocionarse, sabe lo que hay, sabe mi entrega”. Una oreja cortó en Madrid, y “en San Isidro tiene más importancia, es la Champions del toreo y un triunfo allí es importante. La temporada estaba siendo buena, como Castellón u Olivenza, Vistalegre, Valencia… pero la espada había sido mi talón de Aquiles”, dice. “Venía no con el agua al cuello pero casi. Por desgracia, en la etapa de novillero se valoran muchísimo las orejas. Pero Madrid la verdad que fue una tarde, por lo que significó, pero el día, por la lluvia… y para mí en lo moral es importante”.
Sobre con lo que se queda y con lo que no, afirma que “me quedo con muchas tardes en las que he podido disfrutar mucho, en las que me he sentido, me han permitido entregarme y estar como yo entreno. Me quedo con los fracasos. Para mí ha sido lo más importante: haber fracasado. Eso me ha ayudado a mejorar, a ser mejor torero, a buscarme más en mí mismo. Yo siempre busco mucho mejorar en mi técnica, estar pendiente de estar mejorando. Pero el fracasar te hace ver cuál es el camino. Un triunfo muchas veces parece que te nubla, que hace el efecto contrario, y el hecho de haber fracasado me ha hecho mejor torero”.
No se arrepiente “de nada de mi época de novillero. Ha habido plazas en las que he estado muy verde en mis inicios. Me pesaron muchas tardes, eran novilladas picadas fuertes y como todo, es parte de proceso de aprendizaje y somos toreros que estamos aprendiendo. Los novilleros estamos empezando”.
No es fácil el camino al que le tendrá que hacer frente con unas figuras del toreo brutales en nivel: “No solamente hay figuras del toreo muy importantes, sino también venimos una generación de toreros muy importantes. Todos los compañeros tienen un relevo muy importante. Por eso ello mismo es clave meter la cabeza. Ha habido tardes importantes. Tiene que servir para que se me dé la oportunidad y para que no llegue ese parón tan evidente. Por lo menos, que el año que viene se dé la oportunidad y estar preparado para poder golpear. Mi etapa de novillero ha sido importante”.
Juli y Ponce le acompañan en el día grande: “El marco, el cartel, es soñado. Son dos figuras que representan mucho para mí. Son dos toreros de época, importantísimos. Esa plaza de Nimes ha albergado días tan relevantes. Eso hace que te motives. Para mí, es un honor que me hayan tenido en cuenta”.
Por último, adelanta que “hay alguna cosilla en América, tendré la oportunidad de torear allí. Ya lo pude conocer en un viaje a México de novillero. Ello motiva mucho a los toreros, hay carteles muy bonitos como preparación de cara a España, para llegar a nivel de las ferias que hay aquí”, concluye.