ALMERÍA

El poderío de ‘El Juli’ descerraja la Puerta Grande


jueves 23 agosto, 2018

Ponce y Roca Rey, se llevaron un apéndice cada uno pero debieron ser más por culpa de los aceros. Corrida de Zalduendo, justa de raza aunque  manejables en su conjunto. Casi lleno.

Ponce y Roca Rey, se llevaron un apéndice cada uno pero debieron ser más por culpa de los aceros. Corrida de Zalduendo, justa de raza aunque  manejables en su conjunto. Casi lleno.

TEXTO: EMILIO TRIGO

FOTOS: EDUARDO PORCUNA

Enrique Ponce, ‘El Juli’ y Roca Rey trenzaban este jueves, 23 de agosto, el paseíllo en la segunda de la Feria de la Virgen del Mar de Almería. Se lidiaba una corrida de Zalduendo.

La tarde fue para el todopoderoso Juli que consiguió abrir la Puerta Grande gracias a sus dos impecables planteamientos. ‘El Juli’, hizo gala de su enorme inteligencia y capacidad para construir dos faenas enérgicas ante sus deslucidos oponentes. Al segundo le consintió todo lo que quiso y al soso quinto, le dio fiesta poniendo la transmisión que la faltaba a su astado. Orejas arrancadas más que cortadas.

23.08.2018 ALMERÍA. EL JULI CULTORO from Cultoro TV on Vimeo.

El segundo destapó poco celo en el capote de Julián. Este, salía de cada verónica con la cara arriba y como si la cosa no fuera con él. Toro muy irregular, de embestida protestona y desclasada, que tiraba tornillazos a todo lo que tenía por delante. En banderillas quería quitar la cabeza a los de plata. De esta guisa, llegó a la muleta de Julián, sin presagiar lo que vendría después. El madrileño -todo un verdadero titán de inteligencia- no quiso apretar a su astado al inicio de labor, es más, lo dejó que fuera de un lado a otro sin convencimiento y con su mal estilo. Y así, le consintió varias feas arrancadas, hasta que sin darse cuenta el astado lo tenía montado encina. Desplegó su artillería y tras apretarle lo partió por abajo en series enroscadas y ligadas. Respondió el astado con brío y el fondo justo al envite, hasta que al final cantó otra vez esa falta de celo inicial. Pero antes de eso, ‘El Juli’ puso a todo el mundo de acuerdo, incluso hasta aquellos que pitaban para que se deshiciera pronto de su animal, y esos mismos,  terminaron en pie pidiendo la merecida oreja que concedió el palco. El quinto fue un toro muy deslucido y de escasa transmisión. Astado que no dijo nada en todos los tercios, pero al que dio fiesta ‘El Juli’. Lo brindó al respetable en los medios y pronto comenzó a torear sin demasiadas probaturas. El madrileño puso toda la carne en el asador para transmitir todo lo que su oponente no lo hacía. Julián toreó engarzado y encadenado. ‘El Juli’ lo pasó por uno y otro pintón con mando y aquilatada firmeza. Labor técnica e inteligente para obrar una faena siempre a más. El madrileño se lo pasó por la barriga con toda la raza que lleva dentro y el quinto, no tuvo más remedio que claudicar ante tanto dominio.  Más de media en buen sitio y oreja que arranca.

El maestro valenciano firmó una gran tarde de buen toreo ante dos astados muy diferentes. La faena al abreplaza, mereció las dos orejas por su amplio contenido artístico, aunque la espada cayó desprendida. Al cuarto, al que le toleró muchas dudas y muy malas intenciones, lo desgarró con muletazos por abajo.  Y a ambos Zalduendos los acarició con excelso temple y gusto.

23.08.2018 ALMERÍA. ENRIQUE PONCE from Cultoro TV on Vimeo.

Salió abanto el abreplaza, desentendido del capote del maestro. Una vez amarrado en la tela rosa, lo toreó a placer con el capote por verónicas sentidas llegando hasta la boca de riego. El Zalduendo se mostró afligido al salir del caballo perdiendo las manos en varias ocasiones, lo que hizo que Ponce comenzará cuidándolo al principio de labor. Muleta arriba, sin obligaciones, pero de trazo limpio y largo. Así hasta tres suaves tandas, sin embargo, el Zalduendo sacó fondo y mucha clase, viniéndose arriba en el transcurso de la faena. Con este gran material, el maestro de Chivas bordó el toreo. Se rompió con su toro en un quehacer lleno de ligazón y temple. Un primor de faena que remató  con estocada algo desprendida y por eso, no se le concedió las dos orejas. Lo brindó a su amigo Marichalar.  El cuarto era un dije -hechuras toreras- pero no correspondió con su morfología. Un toro muy pesado en la muleta y que fue más complicado de lo que aparentó. Astado que se embrocaba cruzado,  mirón, probón y con temperamento, pero al que Ponce toreó como si fuera bueno. Lo trasteó muy despacio y muy cerquita del cuerpo por ambos pitones, en series donde el tiempo y el cite, fueron claves para que se durmiera en la muleta. El valenciano se hizo con su oponente a base de consentirle, pero a la más mínima, el toro te quería echar a los lomos. Difícil era el cuarto, pero cayó en las manos del maestro y pareció mejor, pero la realidad es que fue un toro de tragar saliva y pasar fatiga, al Catedrático construyó una solemne faena. Sonó un aviso antes de entrar en la suerte suprema, y otro, cuando intentaba el descabello. Los aceros restaron la más que segura Puerta Grande. 

El tercer ‘As’ de la terna, Roca Rey, se fue andando entre vítores –igual que Enrique Ponce- de ‘Torero, Torero’ por culpa del atasco a espadas. Pinchó a sus dos dispares oponentes cuando acariciaba el triunfo. Roca, -tan firme como su propio apellido- le buscó la vueltas al deslucido segundo y lo amasó a base de su ponderada dimensión. El sexto, lució un buen pitón derecho y un protestón izquierdo, sin parar de moverse hasta el final.  A esté, lo toreó sin precocinados y con mucho valor, donde el muletazo sorpresa –por la espalda- elevó las pulsaciones. Un Roca Rey que certificó dos asombrosos inicios de faena a sus antagonistas.

23.08.2018 ALMERÍA. ROCA REY from Cultoro TV on Vimeo.

No hubo tratamiento vistoso con el tercero, un toro que no dijo nada en el saludo de Roca, aunque después se pudo desquitar con un buen quite por chiquelinas. No se empleó en el peto. Andrés, lo brindo a pesar de no exteriorizar el toro buenas sensaciones. Aun así, Roca, se montó en cima. El peruano fue como un rodillo que poco a poco fue amasando su instruida labor. Lo trató con cordialidad al principio y después sin miramientos. Suavidad y exigencia unidas en sus muñecas en series de distancia corta y trazo largo. Rey tiró de su oponente hacia delante, ayudándole al final del muletazo y consiguiendo de esa forma, dar mayor longitud del trazo. Se impuso con un torero de capacidad y fidelidad a su persona, donde la verticalidad y la ligazón fueron sus cimientos. La espada emborronó la notable obra, ante un toro deslucido, al que Roca Rey le puso toda la transmisión. Ovación que no correspondió tras aviso. El sexto sostuvo la condición de falta de celo y por tanto escases de bravura. Lo mejor de la lidia fue el quite por tafalleras y caleserinas. Otra vez, y van dos, brindó al respetable. El cierraplaza fue un toro protestón por el izquierdo, aunque entregado por el derecho. Por ahí basó fundamentalmente la faena Roca Rey. El peruano vio toro por todos lados y lo muleteó cómo y por donde quiso. Andrés  además de torear largo y reposado, intercaló un par de cambiados que asombraron a toda la plaza y que elevaron más su cimentada labor. Roca Rey se descaró con las protestas de su antagonista y lo crujió en cada muletazo por abajo hasta que se entregó a su matador…pero la tarde no estaba de cara con los aceros y pinchó en dos ocasiones. Oreja tras aviso.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Almería. Segunda de la Feria de la Virgen del Mar. Corrida de toros.

Entrada: Casi lleno

Toros de Zalduendo. Dispares de presentación, justa de raza aunque manejables en su conjunto.

Enrique Ponce; Oreja y petición de segunda y Ovación tras dos avisos.

‘El Juli’; Oreja y Oreja. 

Roca Rey; Ovación y Oreja tras aviso.