JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Tomó la alternativa el pasado sábado con un deslucido lote de Cebada Gago en la plaza de toros de su ciudad, Cuenca, en el arranque de la feria de San Julián. Cortó una oreja en una tarde para el recuerdo que ahora analiza.
No fue fácil hacerle frente a una corrida de máxima seriedad. No pudiste escenificar el toreo que llevas dentro.
No fue acompañada la tarde por el ganado, no hubo toros con opciones ni con posibilidades de cuajar una faena rotunda. Quise siempre dar lo máximo en todo momento y me quedo con eso para estar orgulloso de mí.
Tomaste la alternativa en tu tierra. En casa. Con los tuyos.
Es un día que todo chico que quiere ser torero sueña. Los toros no permitieron torear como nos gusta expresarnos, pero el trabajo tiene recompensa y agradezco a la afición de Cuenca y a los compañeros.
Esa ovación tras el paseíllo quitaría nervios.
Sí, lo pude sentir y fue maravilloso.
Tu valoración como novillero con caballos y esta etapa, ¿cómo es?
Ha sido una carrera dura. A base de ganar una fecha con otra. Hemos pasado por Madrid. He cortado orejas, he toreado en Valencia, Madrid, Sevilla, Zamora, Gijón… pero cuando no tienes a alguien que te pueda ir empujando es más difícil, pero estoy muy contento.