JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Antonio Ferrera, Sebastián Castella y Ginés Marín trenzaban el paseíllo esta tarde de lunes en la plaza de toros de Illumbe dentro de la tercera de la Semana Grande. Se lidiaban toros de Santiago Domecq.
Número 17, de 550 kilos, de nombre Jaquetón, nacido en noviembre de 2013 y con 550 kilos de peso era el primero de la tarde, un animal al que Antonio Ferrera saludó tanteando a la verónica. No llegaba al final del muletazo el animal, al que le faltaba entrega y recorrido. Ferrera, que lo cuidó tras el brindis al tendido en el inicio de la faena e intentó llevarlo embebido en los trastos, tiró de él a zurdas fundamentalmente. El corto recorrido del animal evitó el lucimiento del torero, que despachó pronto al de Domecq. Ya de salida marcó la condición mansa el cuarto, un animal con el que tampoco tuvo opciones el extremeño. Silencio final.
Evidente falta de fuerza mostró el segundo de la tarde, sobre todo tras una voltereta que se dio en el momento del tercio de varas. Desequilibrado el animal, que se abrió de los cuartos traseros en el tercio de banderillas. Totalmente inválido un toro que debió ser devuelto por la presidencia, y que nada pudo hacer frente a él Castella. No acertó con el descabello tras dejar un pinchazo hondo. “Rebelde”, negro zaíno, marcado con el número 87 y nacido en noviembre de 2013 era el quinto de la corrida, con un peso de 510 kilos. Tampoco definido de salida fue un animal al que a Castella le dejó una primera tanda de embestidas alegres, en la que el toro y el público respondió a la belleza de la serie. Clase mostró en esos redondos un animal que aprovechó el francés para finalmente cortarle oreja
Otro aire tenía el tercero de la corrida, un animal que ya en el recibo capotero mostró otro comportamiento que los hermanos anteriores. Con sabor fue el inicio de la faena de Marín, echando la rodilla en tierra los muletazos. Bien planteó el toreo por la mano zurda, encajándose en compases aislados, por donde llegó. A mitad de faena, que ejecutó en los medios, el toro se quedó sin oxígeno, por lo que la faena tornó a menos. Finiquitó por manoletinas. Le costó cuadrar al toro, para pinchar de forma trasera y esfumar las posibilidades de premio. Mató de estocada. Fue dándole tiempos Marín al cierraplaza en una faena que estructuró bien el joven, basando principalmente ésta en la mano izquierda. Sobando poco a poco la condición del toro fue el trasteo del extremeño, que supo bajarle la mano en la última parte de la labor a un toro que tenía ya un viaje más corto y había que atacarle. Impactantes fueron las manoletinas de cierre, cortando la oreja tras la estocada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Illumbe, San Sebastián (Guipúzcoa). Tercera de la Semana Grande. Corrida de toros. Un tercio de entrada.
Toros de Santiago Domecq.
Antonio Ferrera, silencio y silencio.
Sebastián Castella, silencio y oreja.
Ginés Marín, silencio tras aviso y oreja.
FOTOGALERÍA: ANDRÉ VIARD-CHOPERA TOROS