Morante la formó esta tarde en Jaén: tres orejas se llevó al esportón en un festejo de entrega del torero cigarrero. Devuelto fue el cuarto, saliendo un sobrero de Sancho Dávila que se topó con un Morante total y absolutamente entregado. A mitad de faena dejó la música de sonar por motivo desconocido, y le salió la raza interior a José Antonio, reventando a torear al natural. Muy a gusto el de La Puebla ante un gran ejemplar del hierro jiennense, con el público en pie. Toreó con mucha cadencia y roto por momentos por ambos lados, especialmente destacando la quietud de un cambio de mano sublime antes de tomar el acero.
Tras ello, señaló al micrófono de Toros que “ha sido una faena de locos. El otro toro lo han echado para atrás cuando aparentemente no tenía por qué, sino por la falta de peso, y además un toro que tenía buena intención. Todo ha sido muy raro y, al final, este otro toro ha tenido un buen aire que he podido aprovecharlo. En principio creí que no iba a romper, pero sí lo ha hecho”, dijo José Antonio.
Sobre su primero, al que le cortó una oreja, dijo que “el animal se movía, aunque con mansedumbre, y tenía esperanza de que se quedase en los trastos. No ha sido un toro fácil, le he tenido que buscar las vueltas. Muchas veces se metía por dentro y había que aguantarle la incertidumbre de no saber lo que iba a hacer”.