JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
La corrida de toros a beneficio de ASPAYM tenía lugar en la tarde de este sábado en la Plaza de Toros de Toledo. En el cartel, Eugenio de Mora, Juan del Álamo y Román haciendo el paseíllo frente a un encierro de Conde de Mayalde.
‘Joyero’, de Conde de Mayalde, era el primero de la tarde, toro de la vuelta de Eugenio de Mora a la plaza de la capital manchega tras un lustro sin estar presente. Bueno fue el saludo capotero del toledano, que brindó a su gente para comenzar trasteo con mucha técnica por la mano diestra. Fue ese el pitón de un animal al que la falta de fuerza la fue limando Mora a base de experiencia. Por la mano zurda el astado tuvo un tranco más informal. Finiquitó por bajo su labor y mató de estocada baja. Oreja. Alegre a la verónica saludó Eugenio de Mora al cuarto, un toro con chispa y movilidad pero mucha falta de clase. Fue un segundo puyazo quizá el que le faltó al de Mayalde, al que el manchego comenzó faena por abajo trazando bien su toreo ante la exigencia del enemigo. Motor sin clase y chispa geniuda sin calidad fue la del astado, que aprovechó en media docena de tandas el matador. Tras la estocada y la tardanza en caer del toro, llegó la oreja de la salida en hombros.
‘Afrancesado’ llevaba por nombre un segundo que salió con mayor motor que su hermano anterior y al que Juan del Álamo saludó con gustosas verónicas entrelazadas con chicuelinas. De rodillas y con todas las de la ley comenzó el salmantino su labor muleteril, en la que la mano derecha fue clave de entendimiento en el inicio de su labor. Intentó a zurdas el lucimiento, pero dos engaños del animal que a punto estuvieron de costarle la cogida impidieron lucimiento. De nuevo a diestra consiguió conexión que en los finales de tanda fueron clave para llevarse a Toledo de su mano. Porfió a partir de ese momento por ambas manos, llegando varios cambios de mano con enjundia para terminar con la zurda. Estocada entera y oreja a la exposición y ambición. Seriedad máxima tenía un quinto que desarmó a Juan del Álamo en el saludo capotero. Antes, había mostrado temple seda en mano el charro. También fue de mérito un inicio de faena con tres tandas a diestras de mucho poder y conexión arriba. Momento grande del salmantino. Comenzó a caer un auténtico diluvio de agua en ese momento, y entre el nerviosismo del tendido hiló también por la derecha una meritoria segunda parte del trasteo el mirobrigense. Mató de estocada y cortó otra oreja.
De 515 kilos era el ‘Barrenero’ tercero, toro de la reaparición de Román tras su grave cornada en Valencia. Collado lo saludó sin lucimiento ante el viaje corto del astado. De tragar fue el animal, que tenía un tranco explosivo y cuando metía la cara lo hacía siempre por dentro. Tuvo que exponer aunque sin lucimiento el valenciano, que lo intentó tras brindar al tendido por ambas manos con la música sonando. Con la zurda fue sobando al astado en el epílogo muleteril para sonsacarle algún momento lúcido por ese lado. Espada en mano, dejó dos pinchazos y una estocada con un animal a la contra de la suerte suprema buscando las tablas. Palmas tras dos avisos. Astifino era el sexto, con el que Román no anduvo a gusto a la verónica ante la pérdida de manos del toro. Falta de fuerza prosiguió mostrando en el inicio de una faena en la que Collado le planteó el toreo a diestras. Con un toro venido prácticamente a menos, se arrimó en el final de faena el levantino. Espada en mano, fue volteado en el primer pinchazo y enterró el acero a la segunda. Dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Toledo. Tradicional corrida de Aspaym. Corrida de toros.
Entrada: Dos tercios con fuerte aguacero a partir del quinto.
Seis toros de Conde de Mayalde. Desiguales de presentación y juego. 1º Repetidor por el derecho pero sin fuerzas. 2º A menos, de informal embestida. 3º Complicado y embistiendo por dentro. 4º Con chispa pero sin clase. 5º Con movilidad. 6º Con falta de fuerzas pero con calidad.
Eugenio de Mora; Oreja y oreja.
Juan del Álamo; Oreja y oreja.
Román; Ovación y dos orejas.