Cuando salió el hermoso cierraplaza de Villa Carmela ya estaba Luis David Adame deseando entregarse al espectáculo, que fue lo que ofreció en el último acto de la guadalupana. Variado y animoso con el percal, decidió poner banderillas el menor de los Adame, con más voluntad que brillantez. Al tercio se fue Luis David a pies juntos para iniciar de forma vibrante el trasteo con péndulos de muchísimo ajuste y emotiva repetición. Quiso siempre el de Aguascalientes, pero no le puso las cosas nada fáciles el áspero y manso toro de Villa Carmela. Tuvo que tirar de garra y de buenas intenciones para cincelar una actuación decidida y voluntariosa, sin aburrirse nunca de las deslucidas condiciones de un toro que careció de fondo y de formas. Silencio.
OCTAVO LA MÉXICO
Luis David pasa el examen del áspero octavo
martes 12 diciembre, 2017
El toro de Villa Carmela no se prestó en absoluto al toreo del mexicano