Para que no quedasen dudas de su compromiso con la tarde y con la plaza, Joselito Adame se fue a la puerta de chiqueros para recibir a portagayola al toro de Santa María de Xalpa, que anduvo justo de fuelle y espíritu, pero caminó en las verónicas iniciales y hasta en las gaoneras del quite del mexicano. Penduleó Joselito con quietud en el inicio muletero, haciendo vibrar a La México con su valerosa y hasta temeraria actitud, siempre enterrado en la arena. Fue de toreo diestro la obra de Adame, que apostó a la rapidez en la exigencia, sabiendo que se acabaría pronto. Limpieza y ligazón le ofreció José, que fue acortando pronto las distancias porque las protestas del animal iban aconsejando la cercanía para que no se parase el toro. Se desprendió de la muleta para entrar a matar, como hiciese en San Isidro en Madrid, y se tiró en el morrillo para dejar una estocada trasera que despenó al animal con el público entregado. Dos orejas.
SEGUNDO LA MÉXICO
Joselito se entrega al ‘Efecto Adame’ para cortar dos orejas
martes 12 diciembre, 2017
El mexicano desorejó al ejemplar de Santa María de Xalpa