TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOS: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO
El pasado sábado salió a hombros indultando un victorino en la plaza de toros de Illescas. Servía la corrida para honrar la memoria del mítico ganadero. Pepe Moral indultó a un astado bravo en todos los tercios, incluso entrando en varias ocasiones al caballo.
¿Cuáles son tus sensaciones del sábado, cómo te encontraste frente a la cara del toro?
Fue un día especial, un día que todo el mundo recordó a Victorino Martín. La verdad que en la corrida de toros me sentí como me he sentido todo el año. A gusto y toreando por debajo. El toro me lo permitió y fue una tarde, para mí, muy especial. Como era la última de la temporada tenía que dar un aldabonazo para que mi nombre sonase.
Sabemos que no te gusta ver las corridas antes de verlas, pero nos ha contado Victorino una anécdota en la que ese toro no estaba embarcado, iba para Yecla, vio el ganadero que cojeaba y finalmente se embarcó para esta plaza como sobrero en principio, luego como titular, y luego con un final de vida.
Sabía que era un toro que no estaba reseñado para la corrida. Sabía que venía de sobrero. Finalmente entró en la corrida por la mañana. Al final, se ha ganado la vida.
Qué grato el destino para que ese animal tocase en el toreo largo y de regusto de Moral, ¿qué destacarías del toro y de la faena?
Del toro todo, tuvo transmisión y humillación desde salida. Pude sentir mucho toreánolo, algo único. Se la dejaba muerta y muy delante y los muletazos eran larguísimos y el toro iba cada vez a más. Pude sentir hasta el final su embestida.
El año pasado fue Gómez del Pilar y, aunque no es tu caso, sí podríamos asimilar tu vuelta a Madrid a este golpe muy cerca de esta plaza.
Esperemos que el 2018 sea un año importante para mí. Este año, todas las tardes que he toreado he dado la cara y he intentado transmitir. Desde la corrida de Miura ha sido una temporada muy redonda en la que he podido hacer ver a los empresarios cómo es mi toreo.
¿Qué te ha dejado de desear, que te ha dejado vacío por dentro, y con qué te quedas?
Lo que más me ha dejado vacío es torear tan poco. Solo han sido nueve corridas. No quería cuarenta, pero sí alguna más. Me quedo con la faena al toro de Miura en Sevilla y este final en Illescas. Nunca las olvidaré.
Si el maestro estuviese en el callejón, ¿qué te diría Manolo Cortés?
Estaría orgulloso de cómo están saliendo las cosas. Estaría encantado, porque me quería mucho y seguro que estaría disfrutando igual.