TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: ARJONA
Maestranza de Caballería de Ronda. En el cartel Rui Fernandes, Andy Cartagena y Diego Ventura, para hacerle frente a un encierro con el hierro de Canas Vigouroux.
El gran triunfador del festejo fue Diego Ventura que dictó una clase magistral de “Toreo a Caballo” ante un lote desigual, aunque manejable. Al margen, la cuadra de Ventura, es “galáctica” y marcó enormes diferencias en el ruedo. Completísima tarde del sevillano en Ronda que continúa haciendo historia. Tremenda la actuación de Diego Ventura ante el manejable tercero. El jinete de La Puebla del Río cuajó de principio a fin al mejor toro de la tarde, el único que, aun siendo mansito, se movió y lo hizo con emoción. Lo recibió con Campina y lo paró en un metro cuadrado sobre la grupa con varios recortes que ya levantaron los primeros oles del público de Ronda. Lo dejó entero con un solo rejón y apostó por la emoción plena para incendiar la Maestranza a lomos de Sueño en un tercio de banderillas inolvidable. Primero, conduciéndolo literalmente cosido al estribo y recortándolo muy por dentro, por donde ya parecía imposible que cupiera la cabalgadura. Pero Sueño pareciera tener un elástico en sus cuartos traseros para recogerlos y pasar impoluto sin que el toro siquiera le rozase. Así, hasta tres veces para luego dejar dos banderillas citando al astado muy en largo para llegar a él galopando, frenarse a dos metros de los pitones, quebrar y batir en un palmo. Ronda se puso en pie ante el sueño del toreo a caballo que alcanza Ventura con Sueño. Continuó el tercio con Nazarí, primero tratando de conducirlo galopando a dos pistas y luego dejando otros dos rehiletes de tremenda emoción por lo mucho que apuró los embroques de tanto como llegó a la cara para clavar. La explosión definitiva llegó al ejecutar el par a dos manos con el caballo Dólar sin el cabezal. Un par hecho, además, a toro y caballo parado, apenas a tres metros el uno del otro y ahí, en la corta distancia, provocar la embestida y clavar ante la locura de los tendidos. Diego ha coronado su obra con un carrusel de cortas al violín a lomos de Remate y con un rejonazo fulminante que han sido el mejor broche posible. Tan de acuerdo ha puesto Ventura a todo el mundo en esta faena que el presidente sacó los tres pañuelos a la vez, concediéndole las dos orejas y el rabo al unísono. Sencillamente colosal para ponerle el broche de oro a esta Feria de Pedro Romero. Oreja con petición de segunda para el hispano luso en el tercero de la tarde. Diego instrumentó un toreo de muchos quilates imprimiendo siempre su clasicismo, la pureza y en esta ocasión, la alegría ante una corrida que estaba saliendo muy sosa y parada. Salió con Guadalquivir para dejar un rejón exigente. Nazarí enceló cuasi a la perfección al astado portugués y además de torear a dos pitas se metió por dentro de forma inverosímil. La actuación siempre al alza, subió aún más con Lío. Con este caballo, regaló dos quiebros de verdadera locura y simetría. Sin espacio para salir ni para clavar, pero las dos obras fueron cumbres. Remató en carrusel de cortas poniendo el caballero el ritmo a la colocación de los palos. Pinchazo y rejonazo para firmar una sensacional actuación. Una oreja de mucho peso.
Andy Cartegena, tuvo más registro y una cuadra también con mayores recursos para este tipo de corridas con tantos toros moruchos. Dos orejas cortó Andy Cartagena al parado quinto. Otro desecho que se emplazó en los medios y al que había que llegarle encima. Apostó Cartagena con todo su amplio repertorio para dar fiesta y arrancar literalmente las dos orejas. Combinó la espectacularidad con las buenas reuniones y aquello resultó muy vistoso. Buscó el triunfo y lo logró a base de superar muchas contrariedades de su oponente. El par a dos manos espectacular. Puerta Grande muy meritoria y trabajada. El segundo, que fue devuelto al corral por su notoria cojera, tuvo que ser estoqueado en el ruedo por un banderillero de Andy Cartagena. El segundo bis, fue un calco del abreplaza, toro parado y soso donde los haya que no ayudó en nada. Cartagena buscó un rejoneo más alegre con piruetas intentando conectar con el público pero ni aun así tuvo la más mínima ayuda de su oponente. Tampoco estuvo fino Andy en las reuniones con los castigos y tras su actuación escuchó una ovación.
Ruí Fernandes se la vio con el peor lote y el luso, fiel a sus formas, lo intentó todo pero su esfuerzo no tuvo recompensa. Dejó un rejón al primero. Un toro que sacó buena condición y ritmo en el tercio de salida. Sin embargo, el astado cambio en banderillas marcando querencias y falta de raza. El portugués le planteó un rejoneo clásico, sin estridencias y siempre intentando coser a su antagonista a la cabalgadura. Un toro soso y sin poder, al que Fernándes pasajeó con los palos con buen criterio y acierto. La falta de continuidad de su trasteo restó emoción a su labor. Banderillas a una mano y carrusel de cortas de poco calado y zarpa para cerrar con la misma tibieza. Buen rejón pero la tardanza en caer y posterior descabello enfriaron su labor. Ovación tras aviso. Malo de solemnidad el cuarto. El segundo del lote de Ruí fue un verdadero morucho que no quiso embestir. Toro manso, vacío, repuchado en tablas con el que intentó de todo sin éxito. Silencio tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Segunda de la feria de Pedro Romero. Corrida de rejones. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Canas Vigouroux.
Rui Fernandes; Ovación tras aviso y silencio tras aviso.
Andy Cartagena; Ovación y dos orejas.
Diego Ventura; Oreja y dos orejas y rabo.