BAYONA

Castella, príncipe en su tierra


domingo 3 septiembre, 2017

El francés hizo pleno de orejas en una tarde rotunda en la que Ferrera se estrelló con un lote deslucido y Garrido saludó dos ovaciones a la entrega

El francés hizo pleno de orejas en una tarde rotunda en la que Ferrera se estrelló con un lote deslucido y Garrido saludó dos ovaciones a la entrega

TEXTO Y FOTOS: EMILIO MÉNDEZ

Tenía lugar, en la tarde de este domingo, la última de la Feria de Bayona con una seria corrida de Antonio Bañuelos. Hacían el paseíllo Antonio Ferrera, Sebastián Castella y José Garrido en el cierre del serial galo.

El primero de la tarde fue un toro soso que a penas tuvo empleo en el caballo y con el que tampoco pudo estirarse Antonio Ferrera a la verónica. Con la muleta hubo pasajes de muletazos bellos, aprovechando la nobleza de un animal que tampoco permitió que rompiese la faena del extremeño. Tardó mucho en caer tras la estocada, sonaron dos avisos y el silencio se adueñó de la labor.

El segundo fue un toro noblón y con fijeza que aprovechó muy bien Sebastián Castella, que sacó oficio y sabiduría para cimentar en la diestra una faena elegante, que fue a más y que tuvo también algunos pasajes de gran belleza a zurdas. Le metió la espada con facilidad, conectó mucho con el tendido y paseó las dos orejas del astado.

El tercero fue complicado y casi no pudo hacerse notar Garrido con el capote., Salió rajándose del caballo y con la muleta sacó personalidad y entrega José Garrido, en una faena de mucha voluntad sin mucho eco y que fue premiada con una ovación tras una estocada certera.

Complicado y malo fue el cuarto, al que Ferrera ni siquiera le puso banderillas. Intentó meterle mano con oficio, pero fue imposible.

Mejor condición tuvo el quinto, que empujó fuerte en el caballo, con ovación para el picador. Tres péndulos sirvieron para abrir una faena a más, con mucho reposo y con mucho gusto y torería siempre para conectar con el tendido. Mató de un estocadón para certificar las dos orejas, previas a la vuelta al ruedo en el arrastre para el toro de Bañuelos.

El sexto fue un toro muy bajo de raza, complicado pero cumplidor en varas. Fueron la disposición y la entrega de Garrido lo que le llevó a no aburrirse con el exigente animal, que lo desarmó en dos ocasiones. Firme y metido, aún le sacó muletazos de mucho mérito, lo que le valió una ovación a pesar de fallar con el acero.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Bayona, Francia. Tercera de feria. Corrida de toros. Casi lleno en tarde agradable.

Seis toros de Antonio Bañuelos.

Antonio Ferrera, silencio y silencio.

Sebastián Castella, dos orejas y dos orejas.

José Garrido, ovación y ovación.