El siguiente vídeo está grabado en la finca sevillana de La Capitana, dehesa donde se encuentra la ganadería sevillana de Luis Algarra, una de las divisas del momento por su gran regularidad en las plazas. Allí Marta Murube Algarra, hija de la ganadera, se encontró un becerrito con escasas horas de vida. Es una época donde los nacimientos se dan en gran número debido a que durante los meses de otoño e inicio de invierno los alumbramientos proliferan en las ganaderías de bravo.
El becerro con tan sólo una horas de vida se encuentra dormido; su madre, tras darle los calostros, lo deja escondido para que nadie lo encuentre. No sabemos si se trata de un macho o una hembra, ni cual es su madre, ya que aún no fue acrotalado. Sin duda una nueva ilusión que se abre paso en la ganadería de bravo.
En el vídeo, colgado como historia en el perfil de instagram de la ganadería, Marta explica esta bonita historia: «Cuando vas andando por el campo y mira lo que me encuentro. Es un becerro recién parido, aquí se encuentra al solecito. Antes vi como la madre lo dejaba descansando para que coja fuerzas, tras darle los calostros volverá en un rato. Lo voy a dejar tranquilito para que no se levante que está muy a gusto».
Es una época de bastante trabajo en la ganadería de bravo. En estas fechas se empiezan a hacer los lotes de vacas, los sementales salen de su cercado, en el cual pasan la mitad del año, para irse con el lote de vacas asignado. Es una faena de gran importancia, ya que hay que acertar con el lote de vacas que se le da a cada semental. El futuro de la ganadería pasa por ahí. En la ganadería de Algarra, como en muchas otras, los sementales tienen diferentes rangos, es decir, según el semental seleccionado irá a un lote mayor o menor de vacas más o menos tiempo. Los sementales contrastados tienen un lote más grande ya que se testó el buen resultado de sus hijos, sin embargo para un semental más joven o menos testado, el lote de hembras será menos.
También existen los sementales ‘de repaso’, animales que suelen ir a las vacas una vez los sementales ‘titulares’ salgan de su lote. Los nuevos sementales serán los encargados de cubrir las vacas que queden vacías, es decir, las que no cubriera el anterior. En el caso de los sementales de repaso se dejará un tiempo de 15 días desde que salió el semental anterior y entró este; esto se hace para controlar de quien es la futura cría y se suele hacer una vez llegada la primavera.
Marta se encontró a este pequeño becerro tras llevar a ese cercado a uno de los sementales que durante un tiempo cubrirá a ese lote de vacas. Se trata del número 23, un animal castaño, hondo y badanudo, que tiene por delante unos meses de bastante ajetreo. La propia Marta nos lo cuenta: «Hoy estamos llevando al 23 con su lote de vacas, ahí viene, el ya sabe donde va». Ambas grabaciones, tanto la del becerrito como la del semental, las hace a lomos de su caballo, animal fundamental en una ganadería de bravo, sin el cual todo sería más difícil. Sin duda alguna, el futuro de esta divisa sevillana está en buenas manos, Aurora Algarra debe estar tranquila, hay relevo generacional.