JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
El pasado viernes
hubo sorpresa catalana en Valencia. Un novillero catalán lograba salir a
hombros cortando dos orejas a un novillo de La Palmosilla reivindicando que el
toreo en Cataluña sigue muy vivo, sobre todo, con ese apoyo a la escuela
taurina catalana que le están brindando todas las plazas.
La verdad es que estoy muy contento por esa salida a
hombros. Me sentía muy responsabilizado esa tarde. Tenía en la cabeza que tenía
que pasar algo importante como así fue.
¿Cómo fue desde el
patio de cuadrillas hasta que tenías las orejas en la mano? ¿Cómo fueron las
sensaciones?
Me quedo con el momento de salir a hombros. Me sacó mi
hermano el mayor. Para mí fue uno de los mejores días de mi vida, del que más
me acuerdo.
¿Cómo fue el novillo
de La Palmosilla?
Los novillos fueron dispares de presencia, pero el mío tenía
nobleza, era menos pegajoso que los cinco anteriores y fue muy noble.
¿Cuál es el día a día
que lleváis a cabo? Supongo que habrá sido el momento más importante.
Sí, el día más importante de mi carrera de novillero. Los
días anteriores hemos entrando mucho en el carro, en bici, de salón… preparándonos
para que pasara algo importante.
También el novillero
catalán Maxime Solera lograba salir a hombros. Un plus de moral que las
escuelas confíen en los nombres catalanes.
Eso esperamos, que las orejas me sirvan para poder abrirme
paso. Se dan muy pocas novilladas y esperamos que me sirvan las dos orejas de
Valencia.