TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: EVA MORALES
El coso de Las Palomas de Algeciras acogía en la
tarde de este viernes el arranque de la Feria
Real en un cartel en el que hacían el paseíllo Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera y José Garrido. Se lidiaban toros de La Palmosilla. Un tarde que
reunía un gran cartel y que mostraron muchos argumentos ante un pobre corrida
de La Palmosilla. La terna ofreció un
altísimo nivel a pesar del poco juego del ganado.
Perera resultó el triunfador del
festejo al cortar dos orejas a su lote. Al segundo, a base de ligazón y de
amarrarlo en la muleta. Al quinto, tras insistir y no aburrirse. El segundo de tarde fue un toro
mansito pero muy toreable por su humillación, repetición y clase. A la postre
el mejor del encierro. Perera le instrumentó un saludo variado y a más. Cuajó un precioso recibo. Miguel Ángel
también refrendó su buen hacer capotero con un estético quite por tafalleras y
gahoneras. Mientras en toro marcaba con rajarse pero reponía para embestir
con claridad. A este se cuidó también en varas. Perera brindó al cielo. El extremeño realizó una faena muy conjuntada donde las exigencias
fueron mayores y la ligación en sus compuestas series. Faena en los medios
donde Perera ganó un paso en cada
muletazo y tapó la salida de su mansito oponente. Se hartó a torear y
pinchó las dos orejas antes de la estocada. El quinto fue un toro muy complicado y deslucido. El segundo del
lote de Perera no quería embestir y
cuando lo hacía era para defenderse con un viaje muy corto. De uno en uno y
en cercanías se los fue sacando a base de tesón e insistencia. Faena de oficio, de entrega y de no
aburrirse ante semejante oponente al que arrancó una oreja de figura del
torero. A muy pocos le vale ese toro para construir de la nada. Oreja que
suma para la Puerta Grande.
Abría cartel
el maestro Enrique Ponce que nada pudo
hacer con el enclenque primero salvo mostrar sus delicadas formas. Al otro,cuarto, le cortó una oreja por su
extraordinario planteamiento. El primero de la tarde fue un toro de escaso
poder aunque de sobrada nobleza. Astado
obediente al que Ponce trató con delicadeza y mimo en todos los tercios. El
de La Palmosilla, mermado de fuerzas
estuvo bien tratado en varas en una sola entrada. Antes Enrique no pudo lucirse
en el recibo puesto que ya observó su falta de poder. Capote a media altura y a
otra cosa. Para colmo, el abreplaza se
pegó un balancín durante la lidia y
aún más se mermaron sus fuerzas. El valenciano realizó un trasteo suave, exento de transmisión pero componiendo ante tan
insulsa embestida. Ovación con saludos. El cuarto resultó manejable. Un toro que embistió a media altura
con obediencia al que Ponce fue haciendo
poco a poco. A este, lo recibió con excelso manejo capotero. El astado respondió con durabilidad hasta
el final, sin embargo a veces tomaba la pañosa a regañadientes. Algo ‘empestiñado’.Enrique con magistral técnica y temple,
lo sobó y cuando se dio cuenta el toro le tenía formado un gazpacho. El maestro tiró de su particular registro
para arrancar una admirable oreja a base de tapar defectos de su
oponente con una muleta portentosa. Se lo brindó a Ruiz Miguel.
Cerraba José Garrido que se enfrentó a dos
toros muy deslucidos. Con ambos mostró su calidad pero sin poder redondear del todo una compacta labor. Al mansito tercero le dejó algunos con la
diestra de mucho empaque antes de que se defendiera. Al último, le tragó más de lo que la gente apreció en una labor
muy para profesionales. El terceroresultó deslucido en su conjunto. Un toro que desarrolló sentido por el izquierdo o más bien protestó por ahí, y
que también se quisó rajar cuando se sintió podido. Garrido plasmó su personalidad ante el primero de su lote con un torero
arrebatado y compuesto por momentos. Esos pasajes estaban condicionados a
la irregular embestida del tercero. A
zurdas, lo intentó sin éxito. Faena con altibajos en conjunto pero con las
dosis de calidad del extremeño. Antes en los primeros tercios Garrido dibujó la verónica después de
recibirlo por largas cambiadas y afarolados de rodillas. El quite también
fue otro gran pasaje lleno de plasticidad. Difícil
papeleta tenía garrido ante el sexto, un toro mirón de embestida sin pasar de
taleguilla y sin exteriorizar la guasa que tenía dentro. José le buscó las vueltas y se puso en
sitio para desplegar su tauromaquia. Un
toreo natural, sin forzar en los embroques y con acusada prestancia. Garrido entendió al sexto a pesar de
embestir sin ritmo ni clase. Lo mejor fue la obediencia en el fuerte cite que
le hacía obligarlo a humillar. El
extremeño sacó más de lo que tenía delante. Oreja al buen gusto de
Garrido.
FICHA DEL
FESTEJO
Plaza de
toros de las Palomas, Algeciras, Cádiz. Primera de la feria Real. Corrida de
toros.
Entrada: Media
plaza.
Seis toros
de La Palmosilla. Correctos
de presentación y de poco juego en general. Destacó el buen segundo.
Enrique
Ponce; Ovación y oreja.
Miguel Ángel
Perera; Oreja y oreja.
José
Garrido; Ovación y oreja.
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio antes de romper el paseíllo por Iván Fandiño. Los toros de La Palmosilla lucieron divisa negra en señal de luto.