El maestro César Rincón saltó al ruedo a llevarse a hombros a Marco Pérez tras haber contemplado una obra fascinante de la joven promesa salmantina en una noche en la que el peruano Andrés Roca Rey también selló una genial obra a un novillo indultado de Ernesto Gutiérrez.
Cada muletazo de Marco Pérez fue una explosión: toreó por ambos manos con una increíble impresión de variedad, llenando la escena y calando en el tendido. Juan Bautista y El Juli estuvieron atentos a todos sus movimientos, aconsejándolo en todo momento. Tremenda la forma de andar delante de la cara del animal, que le brindó al maestro César Rincón, que a la postre se lo llevó a hombros en un momento emocionantísimo. La plaza entera terminó gritando su nombre.
Roca Rey indultó al sexto, un novillo noble, con calidad y que terminó embistiendo mucho y con duración porque el peruano lo cuidó mucho. Al principio lo exigió, lo llevó por abajo en tres series muy buenas, pero luego lo administró para que le durase. Con mucha suavidad, con mucho temple, con mucho mimo lo fue toreando y llevando embebido hasta que lo metió en el canasto.
Frente a ejemplares de Ernesto Gutiérrez. Una oreja paseó Emilio de Justo y José Arcila. Fue ovacionado El Juli y silenciados Juan Ortega y David Martínez.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Manizales, Colombia. Quinta de Feria. Tradicional Festival. Lleno total.
Novillos de Ernesto Gutiérrez, indultado el sexto.
El Juli, palmas.
Emilio de Justo, oreja.
José Arcila, vuelta al ruedo.
Juan Ortega, silencio tras dos avisos.
David Martínez, silencio tras aviso.
Roca Rey, dos orejas simbólicas.
Marco Pérez, dos orejas.
FOTOS: DIEGO ALAIS