PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: ARJONA-PAGÉS
Pablo Aguado y Rafael Serna hacían esta noche el paseíllo de forma nocturna
en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla para el tradicional festejo del
Corpus en la capital andaluza. Un encierro de El Parralejo era la materia prima
ganadera para la ocasión.
Se fue a la puerta de chiqueros Aguado para recibir al primero. Limpia
resultó la larga y suaves las verónicas, lo mejor, la media de cierre ante un
novillo con cierta calidad. Dejaron los dos alternantes buena carta de
presentación, Aguado por verónicas y Serna por delantales. Destacó por su
templada lidia Manuel Odero y con los palos Miguel Martín. Inició con la
rodilla genuflexia abriéndole los caminos al animal, para dejar más tarde
series a derechas de toreo despacioso. Un novillo con clase y ritmo en sus
embestidas, todo lo quería por abajo, sin tirones. Por el izquierdo dejó el
sevillano naturales hondos, siempre llevándose el animal detrás de la cadera,
ralentizando la embestida en muletazos con gran lentitud, en tres series
que no siempre calaron con la misma intensidad en el público, debido a la desigualdad de los mismos.. El novillo tuvo
fijeza y franqueza, pero quizás le faltó mayor transmisión. Faena de buenos y
toreros pasajes pero a la que le faltó mayor rotundidad y acople en algunas tandas. Sufrió sendos golpes
en el rostro tras entrar a matar. Sonó un aviso y fue silenciado. Palmas para
el buen novillo de El Parralejo.
Embistió con buena clase de salida el segundo, al cual templó a la verónica
Serna, la media de cierre tuvo sabor. Lo dejó al caballo toreando por
chicuelinas, para luego ser ovacionado Muñoz por una segunda vara en la que el
animal empujó pese a llevar la cara alta. Lo que cantó en el peto lo desarrolló
en la muleta, embistió siempre pensándolo, muy descompuesto, soltando la cara,
topando más que embistiendo. Muy centrado Serna con el animal, le llegó incluso
a sacar naturales estimables ante un novillo de agrio comportamiento, de esos
que te descubren si no estás preparado. Soltó muñecas, aguantó miradas, se los
pasó por la faja en una labor de total entrega y disposición. Complicado estar
delante de un animal con esas características. Tras dos pinchazos hondos fue
silenciado.
Se corrió turno por el percance de un Aguado que seguía en la enfermería. No quiso empujar detrás de los vuelos el tercero, paradote, pensándolo y
con el freno de mano puesto. Saludó montera en mano Juan Carlos de Alba tras un
par con más riesgo que eficacia. Tiró de raza Serna para sobreponerse a las
desclasadas embestidas de un animal sin entrega. Basó la faena
en su mano derecha, pero fue al natural donde se atisbó mayor calidad en sus muletazos, cierto que fueron sueltos y
contados, pero con cierto temple. Hubo uno sensacional, a cámara lenta, pero el
animal no quería pelea, desentendiéndose de la suerte. Tras una buena
estocada fue silenciado.
Acometió con más celo que clase el sobrero que hizo cuarto, dejando
estirarse a Aguado en un recibo desigual. Quitaron
por el mismo palo Aguado y Serna -chicuelinas-. El primero dejó un toreo de
máximo regusto, de muñecas bajas y lance a compás, la media fue al ralentí,
mientras que los lances de Serna resultaron algo más atropellado. Saludó montera en
mano Rafael Amigo por dos pares importantes. Estoico fue el inicio por
estatutarios, sobresalió un remate por abajo y un pase de pecho de enorme regusto.
Tiro de temple Aguado para robarle naturales a un utrero con sus teclas. Brotaron largos y templados, en series cortas. Por el derecho basó su faena, ante un
novillo con mejor inicio que final, el cual a partir del tercer muletazo
buscaba al novillero. Acertó a empaparle de muleta la cara y tirar del de El
Parraleejo. Sevilla rompió en una serie colosal, de mano baja, mentón en el
pecho y cintura partida, lo mejor de la noche. Tras buscarle el animal, no se dejó
ganar la pelea y se puso en el sitio. Labor de novillero maduro y solvente, pese a no conseguir ahormar una faena rotunda. Se la jugó en un cierre de faena de gran ajuste, pero el pinchazo previo le quitó la oreja. Vuelta al ruedo fue su
balance.
Se fue Serna a portagayola para recibir al quinto, un melocotón de El
Parralejo que embistió con transmisión al capote del sevillano. Soltó muñecas
Serna en el quite por chicuelinas, el cual tuvo la virtud del temple. Se le vio
seguro y con la cabeza despejada ante un novillo manejable pero soso. Pulseó y templo por
ambos pitones a un novillo que iba y venía sin demasiado celo. Muy por
encima se mostró el sevillano en un trasteo solvente, en el que dio claros
síntomas de andar cuajado. Templó cuando tuvo que hacerlo y acortó distancias
cuando lo pidió el novillo. Abrochó su seria actuación con un
espadazo, sin embargo tras no caer y sonar un aviso tuvo que usar el
descabello. Saludó desde el tercio.
Acometió con celo y humillación el quinto que hizo sexto al capote de un
Aguado que salió a por todas. Un ramillete de templadas verónicas -no todas
limpias- fueron su tarjeta de presentación. Llevó galleando al cierraplaaza al
caballo, empujando el animal con clase al peto. Quitó por verónicas Aguado,
replicando por tafalleras Serna. Ambos tuvieron la virtud del temple en su
juego de muñecas. Comenzó su faena rodilla tierra, mostrando sus cartas, para
luego dejar una serie de toreo desmayado a derechas. Con la zurda pese a dejar
muletazos templados bajó de diapasón la faena, –tónica general en su noche de hoy- el animal iba menos entregado
por ese pitón. Volvió a coger la derecha para dejar tres series de toreo en
redondo, destacando una de toreo bello y templado metraje. El
animal tuvo la virtud del temple y la fijeza a derechas, se movió con transmsión y acudió siempre fijo al engaño. No acertó Aguado a medir los tiempos, se alargó la faena y
el novillo acabó rajado, complicando así la suerte suprema. Tenía la oreja en la mano por un trasteo con picos de gran intensidad y buen toreo, pero al igual que en sus faenas anteriores le faltó mayor rotundidad. Volvió a estar horrible con los aceros, tras pinchazo y media
estocada saludó desde el tercio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novillada
con picadores del Corpus. Más de media plaza en
noche calurosa.
Seis novillos de El Parralejo. Bien presentados y de
juego desigual, aunque justos de raza
Pablo Aguado: Silencio tras aviso, vuelta tras petición
y ovación con saludos tras aviso.
Rafael Serna: Silencio, silencio y ovación con saludos
tras aviso.
INCIDENCIAS
Se desmonteraron Juan Carlos de Alba en el
tercero de la noche y Rafael Amigo en el cuarto
PARTE MÉDICO
Pablo Aguado fue atendido de
«contusión y herida incisa en párpado superior. Movimientos oculares
conservados. No se observa lesión corneal. Se recomienda revisión
oftalmológica». Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia.
Firmado: Dr. Octavio Mulet Zayas».