MADRID

Miura no da la talla para cerrar Feria


domingo 11 junio, 2017

Ni siquiera los mínimos de presencia cumplió el hierro, que iba a servir como despedida venteña de Dávila y no pudo ser así porque le devolvieron los dos; herido Rafaelillo e imposibilitado Pinar

Ni siquiera los mínimos de presencia cumplió el hierro, que iba a servir como despedida venteña de Dávila y no pudo ser así porque le devolvieron los dos; herido Rafaelillo e imposibilitado Pinar

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

Dávila Miura cerraba el triángulo esta tarde en Madrid
matando la corrida del hierro familiar en la primera plaza del mundo. El torero
sevillano hacía el paseíllo en una tarde en la que estaba acompañado por
Rafaelillo y Rubén Pinar en el cierre del ciclo continuado de festejos de la
Feria de San Isidro antes de la miniferia del próximo fin de semana. Además, el
hierro de Zahariche era uno de los favoritos de los abonados isidriles. Con una
cálida ovación recibió la plaza a Dávila Miura.  Ni
siquiera los mínimos de presencia cumplió el hierro de Zahariche, que iba a
servir como despedida venteña de Dávila y no pudo ser así porque le devolvieron
los dos; herido Rafaelillo e imposibilitado Pinar

«Laneto”
llevaba por nombre el primero de la tarde, un cárdeno bragado meano axiblanco
nacido en febrero de 2013 con un peso de 527 kilos. Con nobleza cogió el toro
el capote de Rafaelillo, que le pudo dar un par de verónicas con gusto. Juan
José Esquivel le recetó una primera vara en la que el toro pecó de falta de
fuerzas, a pesar de que le dio buen trato en este primer encuentro. Leve fue el
segundo palo, cambiando el presidente el tercio. José Mora lidió al toro, que
le cortó a Álvaro Oliver en banderillas pero que no se volvió a caer. Sobándole
fue el inicio de faena de Rafaelillo, que logró acompasar a su muleta el ritmo
y la nobleza que presentaba el animal de Zahariche. Buenas series tuvo la
siguiente tanda por el derecho, especialmente un derechazo abandonado;
obligándole más fue el siguiente compás, dejándole la muleta abajo. Le faltó la
chispa final en el final de la faena, matando Rafael de media agarrada y
descabello. Silencio.

«Africano”
llevaba por nombre el segundo, con 543 kilos de peso, negro entrepelado listón
bragado salpicado meano girón y axiblanco, número 21, toro de la reaparición de
Eduardo Dávila Miura. No estaba sobrado de fuerzas en el primer puyazo,
perdiendo las manos el animal ante las evidentes protestas del respetable. Muy
justo de fuerzas, hizo ademán de humillar en el capote lidiador de Vicente
Varela. Miguel Martín entró en primer lugar, no pudiendo el segundo par el
tercero algecireño Francisco Javier Sánchez Araujo porque cayó de nuevo el toro
y el presidente lo cambió. De Buenavista era el sobrero, un auténtico toro
serio de 580 kilos de peso. De nuevo Agustín Navarro picó a un toro que se dejó
pegar en el primer puyazo, en el que se le dio lo suyo. Se durmió en el segundo
puyazo, que también recibió lo suyo. Consiguió verle el aire Eduardo para
sonsacarle varios compases por la mano derecha con gusto y calado en Madrid. Mató
de estocada que lo dejó sin puntilla.

«Zahonero”,
número 55, con 557 kilos era el tercero de la tarde, que fue protestado de
salida, muy justo de presencia para Madrid. Impresentable el animal para este
ruedo. Agustín Moreno picó a un toro que perdió las manos a la salida del
caballo, siendo efectivos posteriormente en el tercio de banderillas José
Aponte «Candelas” y José Antonio Prestel ante la lidia buena de Ramón Moya,
siendo muy protestado por su falta de fuerzas el toro en estos tercios. Desarrolló
el toro durante la faena, que sabía perfectamente dónde estaba pinar en todo
momento. Exposición con poco eco en el tendido dejó el torero albaceteño, que
se cruzó entre los pitones del animal. No pudo hacer nada con lucimiento, sino
matarlo con dignidad.

«Torrija”,
con 606 kilos, cárdeno, nacido en febrero de 2012 era el cuarto de la tarde,
segundo del lote de Rafaelillo, toro más hecho y cuajado que sus hermanos al
que recibió con un farol de rodillas para ponerse directamente a torear de
rodillas a la verónica y, ya erguido, conectar con la afición ante su
desparpajo capotero. Tras un tercio de varas en el que el toro no ilusionó. Bien
clavaron los hombres de plata ante una lidia en la que el toro soltó mucho la
cara arriba. Al público fue el brindis de Rafaelillo, que comenzó domeñando a
un toro al que le dio distancia. En el sitio se puso en la primera tanda a
diestras, pero le pegó tarascadas en los siguientes compases. En un momento de
peligro, el toro lo cogió por la pantorrilla, reponiéndose Rubio ya sin
chaquetilla para seguir haciéndole frente al animal. No le ayudó nada en el
final de la faena, con el torero herido, matando de estocada. Ovación.

«Listonero”,
cárdeno bragado meano y axiblanco era el quinto de la tarde, herrado con el
número 39, nacido en marzo de 2013 con un peso de 554 kilos. Se derrumbó en el
caballo de Alfonso Doblado, por lo que fue devuelto por el segundo sobrero de
El Ventorrillo. Colorado chorreado en verdugo, girón y axiblanco era el
sobrero, toro serio, astifino, nacido en enero de 2013, con cuatro años, con
590 kilos y herrado con el número 26. Sin terminar de humillar ni empujar y
echando la cara arriba entró en el primer puyazo al caballo de Alfonso Doblado,
además manseando el de Fidel San Román. No le ayudó a los hombres de plata en
banderillas el toro. Lidió Miguel Martín –que le sopló sin obligarle cuatro
capotazos extraordinarios- y clavaron Vicente Varela y Francisco Javier Sánchez
Araujo, echándoles la cara arriba el toro en el momento del embroque. Al público
fue el brindis de Dávila Miura, que en torero volvió a hacer disfrutar y rugir
Madrid con una técnica soberana en una buena tanda a diestras. Los toques
suaves hicieron que se gustase Dávila también al natural, sólo manchados por
las caídas por falta de fuerza. La ausencia de toques bruscos fue clave para
encontrarse. Por ayudados fue el final, pinchando en el primer encuentro y
dejando una casi entera a la segunda. Ovación con división de opiniones. 

 

«Escogido”,
de Miura, fue el último toro de la Feria de San Isidro, un animal cárdeno
coletero axiblanco marcado con el número 28, nacido en enero de 2013 y con 605
kilos de peso. Joaquín López administró un primer puyazo a un toro dormido en
el peto, perdiendo las manos a la salida de la suerte. Sólo un palo pudo dejar
Ramón Moya, clavando José Antonio Prestel en segundo lugar ante la lidia de
José Aponte «Candelas”. Duro lote, pues este toro tampoco le prestó opciones.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Última de la feria de San
Isidro. Corrida de toros. Casi lleno. 22560 espectadores. 

Seis toros de Miura.

Rafaelillo, silencio y ovación. 

Dávila Miura, silencio y ovación con división. 

Rubén Pinar, silencio y silencio.