JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO
Llegaba
el ciclo torista a la capital con la corrida de Cuadri en la tarde de este
domingo en Las Ventas. Tres toreros muy del gusto de la afición capitalina le
hacían frente al encierro onubense: Fernando Robleño, Javier Castaño y José
Carlos Venegas.
Barbeando
las tablas salió el «Teniente” abreplaza, toro negro de capa marcado con el
número 10 nacido en enero de 2013, pesando 549 kilos. Le sopló cuatro verónicas
con garbo antes de acercar el toro al caballo que montaba Victoriano García «El
Legionario”, que le metió las cuerdas traseras en la primera vara, empujando el
santacolomeño con la cara arriba en la pelea contra el peto, defendiéndose y
pegando tarascadas. Muy poca fuerza mostró en el transcurso de la lidia, no
clavando Jesús Romero banderillas en la primera entrada y haciéndolo como pudo
en las siguientes. Lo lidió Raúl Martí a un animal que mostró muchas
dificultades en este tercio. La falta de fuerzas condicionó la faena de
Robleño, que debió sujetar muy mucho en todo momento la condición del de Cuadri,
protestado por la afición durante los primeros tercios y también durante el
transcurso del trasteo. Mató de pinchazo hondo y estocada baja.
Herrado
con el número 14 era el segundo, nacido en marzo de 2013, con un peso de 609
kilos, que tampoco se dejó capotear con gusto por Castaño de salida. Espectacular
fue el tercio de varas de Pedro Iturralde, que dejó un importantísimo momento
dejando dos varas arrancándose de lejos. Verdad y exposición mostró el
varilarguero, aplaudiendo la plaza fuertemente en su salida hacia el patio de
caballos. Marco Leal dejó un vistoso par en primer lugar, mostrándose vistoso
Fernando Sánchez ante un toro que se quedó frenado en la arrancada. El tercer
par de Leal fue el culmen a un excelente tercio de banderillas. Se
desmonteraron los hombres de plata ante una lidia suavísima de Marco Galán. Sin
decir nada el animal, lo intentó sacándoselo de uno en uno Castaño, no llegando
arriba la labor. Pinchó y no acertó con el descabello ante el de Cuadri. Silencio
tras aviso.
«Miseterioso”
era el tercero de la tarde, con 553 kilos de peso y primero del lote de José
Carlos Venegas. Tomás Copete «Tomasete” le ejecutó la primera vara en la que el
animal se le mostró frío. Curro Vivas lidió en el momento en el que arreció una
barbaridad el viento, pareando en primer lugar sin lucimiento David Adalid porque
le echó la cara arriba y entrando también el tercero Juan Carlos Tirado. Tiró
la moneda al aire Venegas ante un toro reservón en el primer compás del trasteo
y luego peligroso y ya venido a menos. Tirando gañafones fue el tranco del de
Cuadri, que humillaba pero soltaba un pitonazo hacia arriba en el final del
muletazo hasta que le echó mano al jiennense en un momento de angustia.
Arriesgó al máximo el de Beas de Segura, cruzándose y metiéndose entre los
pitones. Mató de media agarrada.
Braceando
salió el cuarto, un toro que le echó las manos por delante a Robleño. Número
26, se llamaba «Pantanoso”, un cuatreño de 590 kilos. Francisco Javier
González, de grana y oro, que le echó el palo abajo y rectificó el piquero con
un toro defendiéndose y tirando cornadas, haciendo en todo momento sonar el
estribo. Lidió Jesús Romero a un toro que también planteó dificultades en el
tercio de banderillas, pero fue rápida y eficaz la cuadrilla. Soplaba muchísimo
el viento en el momento del inicio de la faena, pero a pesar de las
dificultades cogió la mano izquierda. Domeñó totalmente Robleño a un toro que
no se lo puso fácil en ningún momento. Ya en terrenos de tablas, se lo pasó
cerca y se encunó entre los pitones del animal, entregándose en esa distancia
al de Cuadri. Arrimón soberano del torero de San Fernando. Se tiró de verdad a
matar, pero no se arrancó el toro y pinchó. A la segunda, entró baja la espada.
Ovación que no saludó desde el tercio.
«Artillero”
se llamaba el quinto, cuatreño, con un peso de 603 kilos, alto y montado en
hechuras. No hizo cosas buenas de salida, no llevándose un buen tercio de varas
por parte de Ney Zambrano. Le cortó una barbaridad a Marco Galán en el primer
par, arriesgando Fernando Sánchez en el segundo par dejándose llegar el pitón
al pecho. Galán, en la tercera entrada, no completó los cuatro palos, entrando
de nuevo Fernando Sánchez en el momento en el que le echó la cara arriba y no
pudo lucirse. Puso de nuevo Sánchez un nuevo par, desmonterándose tras él.
Lidió Marco Leal. Imposible para la lidia fue el animal, con el que Castaño
apostó a pesar de todo por ser el último toro de su particular feria. Le robó
una tanda con calado por la mano diestra, pero no fructificando el trasteo.
«Embustero”
llevaba por nombre el sexto, un toro que ya mostró poca fuerza de salida en el
capote de Venegas, que le dejó una buena media. Se dejó pegar, soltando la cara
en el caballo de Gustavo Martos. Al límite de las fuerzas estuvo el toro,
protestado muchísimo y pasando las de Caín David Adalid para banderillearlo. La
plaza estalló en un soberano grito contra Justo Polo, presidente: ¡Fuera del
palco! gritó contra él por no querer cambiar a un toro que mostró claramente su
falta de fuerzas. Pero tras el altercado en el tendido cambió de actitud el
animal, mostrándose duradero aunque solamente pasador ante la muleta de un
entregadísimo Venegas. El jiennese se mantuvo firme, entregado, entre los
pitones, hasta que le echó mano por bernadinas, matando de estocada baja y
pasando a la enfermería.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Las Ventas. 25ª de la feria de San Isidro. Corrida de toros.
Seis toros de Hijos de Celestino Cuadri, grandones y en el tipo de la casa, con más caja que perfil y escasos de raza y de fondo. Inválido y sin vida el semoviente primero; pasador de cara alta y nula entrega el segundo; defensivo y con peligro el manso tercero; mansurrón y rejoneador el reservón y temperamental cuarto; protestón y asperote el geniudo quinto; exigente y rabiosillo el pasador sexto.
Fernando Robleño, silencio y ovación.
Javier Castaño, silencio tras aviso y silencio.
José Carlos Venegas, palmas y palmas a su cuadrilla de despedida.