EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)

De Miranda pasea el premio y Morilla prueba el hule


sábado 27 mayo, 2017

Se lidiaron toros de José Luis Pereda y novillos de Fuente Ymbro para Alejando Morilla, que resultó corneado, David de Miranda y el novillero Ángel Téllez ante un cuarto de entrada

Se lidiaron toros de José Luis Pereda y novillos de Fuente Ymbro para Alejando Morilla, que resultó corneado, David de Miranda y el novillero Ángel Téllez ante un cuarto de entrada

PABLO LÓPEZ-RIOBOO / EVA MORALES (GALERÍA) 

Una corrida toros mixta con los hierros de José Luis Pereda y Fuente Ymbro
para Alejando Morilla, David de Miranda y el novillero Ángel Téllez era la que
presentaba el coso real de El Puerto de Santa María este sábado. En dicho
festejo se  guardó un minuto de silencio
por Celso Ortega. 

Vivimos una época en la que los novilleros y los toreros se ven abocados a
ir a Madrid, sin contratos en las alforjas y jugándose las habichuelas con dos
cartuchos que le solucionen su carrera a corto plazo. Pues bien, hay un torero
de una localidad muy taurina de Huelva, Trigueros, el cual lleva una carrera en
silencio, a la antigua usanza. Tomó la alternativa en Huelva y tarde tras tarde
ha ido evolucionando hacia un torero que a buen seguro dará que hablar. Poco a
poco y paso a paso se abre camino por las plazas de provincias, fogueando su
alma torera, soltando las muñecas y aplomando las zapatillas al albero. Hoy
hacía el paseíllo en El Puerto de Santa María, premio gordo si sabia resolver
la tarde. La oreja que cortó le abre una rendija más para su salto definitivo a
las grandes plazas.

Se esperaba con expectación al onubense David de Miranda en el Puerto y no
defraudó. Ante un toro de tanta clase como poca fuerza mimó las embestidas del
castaño de Pereda, para dejar una faena de firmeza, temple y gran valor. Lanceó
a la verónica al pastueño animal de salida, para luego dejar un quite de máximo
ajuste ante un toro que ya marcaba su clase, pero iba afianzando su justo
poder. La faena del onubense tuvo dos partes, una primera de toreo reposado en
los riñones, de cintura partida y zapatillas atornilladlas en la arena,
mientras que una segunda de toreo en cercanías. Un torero que ha ganado en
expresión, cadencia y gusto en sus muletazos, esos que les pudo sacar a un
animal de Pereda de gran clase, el cual nunca rehuyó la pela pese a saber que
su fuerza mermaba sus condiciones. Toro y torero se entendieron en una labor
que caló en el publico portuense. Oreja de ley para el torero y justa ovación
para el toro.

 

Su faena al quinto fue otro cantar. Ante un castaño de ideas no muy claras
y hechuras a contraestilo, Miranda dejó una labor sobria y maciza, de torero
cuajado. Tiró de disposición y bragueta para aguantar las desclasadas
embestidas de un toro engallado y sin celo. A base de disposición y mucha
verdad consiguió robarle muletazos que parecían imposibles, dos series a media
altura, con un temple hipnotizador consiguieron atisbar agua en el fondo de ese
pozo. Se metió entre los pitones para abrochar la faena y su posible premio,
pero la espada y el aviso se llevaron una oreja que le hubiera valido para
abrir de par en par la puerta grande. Pese a no conseguirla, ha dado otro paso
más hacia su consolidación como un torero emergente de interés, sus números y
sobre todo sus sensaciones lo validan. Ha pasado de ser un novillero con un
valor apabullante a un torero con obsesión por el toreo despacioso pero con esa
base de valor solido y cimentado en un concepto que puliera Manolo Cortés.

 

Volvía Alejandro Morilla a la plaza de toros de El Puerto tras años sin
hacerlo, y como toro de su vuelta se las vio ante un agrio animal de Pereda.
Arreó de salida para irse desentendido del capote, arremetió con fuerza al
caballo y tuvo movilidad en banderillas. En la faena de muleta porfió Morilla
en una faena de merito ante un animal con carácter. El de Pereda nunca fue
entregado en la muleta, siempre embistiendo a media altura y soltando la cara.
Pese a sus escasos paseíllos no le volvió la cara a dicho compromiso, en una
faena de más uy que de olé. Tras pasaportar al animal saludo
desde el tercio.

 

Es de tener muy en cuenta que un torero con el escaso bagaje que tiene
Morilla estuviera como estuvo en el cuarto. Un toro con virtudes de Pereda, el
cual exigía firmeza y un temple solo al alcance de los elegidos, ya que si lo
llevabas al ritmo con el que se sentía el animal a gusto embistiendo, su
entrega era mayor. Realizó el gaditano una faena firme, con pasajes en los que
se atisbó su concepto ante un toro con tanta clase como exigencia. Lo entendió
mejor en la distancia corta, cuando el toro bajaba su intensidad, esa que tuvo en
un inicio de faena vibrante. Sincera fue su labor, en la que puso todo de su
parte para intentar cuajar al animal, tal fue sus ganas de agradar que recibió
una fea voltereta y un postrero puntazo en el glúteo que lo llevó a la enfermería.
Tras la petición de la oreja, no atendida por el presidente, la cuadrilla del
gaditano dio la vuelta al ruedo.

 

Sueltecito y sin celo salió de chiqueros el tercero de la tarde, un utrero
de Fuente Ymbro que acabaría aculado en tablas en las postrimerías de la faena.
El joven novillero puso todo de su parte para agradar a su gente, pero las
condiciones del huidizo tercero no lo pusieron fácil. Cierto es que pegó
muletazos sueltos templados, que quiso pasárselo por la faja, pero no acertó en
los terrenos ante un animal con la querencia muy marcada. Tras pasaportar al de
Fuente Ymbro fue ovacionado desde el tercio tras escuchar un aviso.

Cerró el festejo un utrero de Fuente Ymbro tardo en sus embestidas pero con
buen fondo. Había que llevarlo empapado en la muleta y tirar de el. Un utrero
con teclas pero con la raza y la fuerza medida. Tuvo buen metraje la faena, con
sus dientes de sierra, pero con fases de toreo reposado pese a la falta de
rodaje del novillero. Tras una media estocada en buen sitio se le pidió la
oreja, dando finalmente una vuelta al ruedo.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de El Puerto. Corrida de Feria. Un
cuarto de entrada en corrida mixta.

Toros de José Luis Pereda y novillos de Fuente Ymbro

Alejando Morilla (Azul marino y oro): Ovación y vuelta al ruedo
(La dio la cuadrilla tras caer herido)

David de Miranda (Grana y oro): Oreja y ovación tras
aviso

Ángel Téllez (Blanco y oro): Ovación tras aviso y vuelta
al ruedo tras petición 

 

INCIDENCIAS

Se  guardó un minuto de silencio por el torero portuense Celso Ortega.