La Corrida de la Beneficencia es, quizá, el festejo más importante de la temporada taurina. Tras la corrida del Domingo de Resurrección sevillano, esta función venteña es la más crucial de cuantas acaecen en ruedos internacionales y la empresa Plaza 1 ya tiene definida la terna, compuesta por los tres grandes triunfadores del 2021: Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Ginés Marín, lidiando astados de Alcurrucén.
Sin duda, un cartel que ha suscitado gran interés por parte de los aficionados ya que reúnen a tres de los triunfadores de la temporada pasada: Plaza 1 ha dado en el clavo cerrando una terna de auténtico boato para uno de los grandes días en la temporada.
Alcurrucén, un hierro talismán en Madrid que estará en la Corrida de Beneficencia
Alcurrucén es una de las ganaderías talismán en Las Ventas. Su trayectoria avala a los toros de origen Núñez que cría la familia Lozano y que tantas tardes de gloria han dado al toreo. Toreros como Julio Aparicio, César Rincón, Manuel Jesús ‘El Cid’, Julián López ‘El Juli’, Sebastián Castella o Ginés Marín, entre otros, saben los que es cruzar el umbral de la Puerta Grande de las Ventas tras triunfar con los toros de Alcurrucén. Una ganadería que con los años ha sabido adaptarse al toro que demandaba el público, ese toro que Madrid tiene como suyo y en el que las figuras confían ciegamente. De ahí sus dos tardes en Madrid durante este San Isidro. La apuesta decidida de Plaza 1 por este hierro no hace sino dejar a las claras la importancia de un hierro que año tras año da un golpe en la primera plaza del mundo, ¿volverá a repetirse en 2022?
Morante, eje de San Isidro
Morante de la Puebla abrirá cartel en la corrida de la Beneficencia, un torero que cumplió con creces en una temporada 2021 para enmarcar. Una oreja en Madrid y un paso rotundo por Sevilla le valieron para revalidad ese crédito que nunca perdió. Torero de toreros, el cual en la pasada temporada apostó por la apertura de carteles, lidiar hierros de varios encastes, apostar por plazas orilladas, así como recuperar suertes antiguas de su toreo. En Madrid paseó una oreja en olor de multitudes el pasado 12 de octubre tras aprovechar las arrancadas e inercias de un Alcurrucén al que le faltaron muchas cosas. Torero de acusada personalidad el cual buscará salir por primera vez a hombros de las Ventas. Está en un momento en el que lo ve todo claro, y en el que se siente más cómodo que nunca. El camino que tomó en 2021 lo seguirá transitando en este 2022. Madrid le espera, además, para estoquear también los hierros de La Quinta y Juan Pedro.
Emilio de Justo, el otro gran nombre del 2021 que estará en la Corrida de Beneficencia
Emilio de Justo es de esos toreros que se ha ganado su sitio a base de perseveran, de no rendirse y de confiar en sus cualidades. Un torero que comenzó su escalada de la mano de Luisito, torero francés que fue de su mano en sus inicios tras el ostracismo. Después le siguió Alberto García en una época en la que el torero ya había sacado la cabeza del barro. Torero de una enorme capacidad, valor y entrega, el cual nunca ha renunciado a lo que lo hizo grande. Victorino forma parte ya de una carrera cimentada en la verdad y el toreo puro. Poco a poco se ha ido ganado el respeto y la admiración del aficionado más exigente. Su dos puertas grandes la pasada temporada en Madrid lo catapultan hasta la parte más alta del escalafón. Bien merecido tiene las tardes firmadas en este San Isidro en el que por fin se verá las caras con la parte más noble del escalafón. Está en su mano reventar la temporada y acabar de convencer a los pocos escépticos que quedan en esta Corrida de Beneficencia y en los otros compromisos isidriles.
Ginés Marín, el broche de oro a la temporada 2021 en Madrid
El tercero del cartel de la Corrida de Beneficencia es el oliventino Ginés Marín. Torero que pese a su juventud ya sabe lo que es salir dos veces por la puerta grande de Las Ventas. Curiosamente, o no, las dos han sido con los toros de la divisa de Alcurrucén. Torero de indudables cualidades que desde que saliera como novillero ya fue considerado con una futura figura en ciernes. Torero con un temple innato y un valor fuera de toda duda. El torear tan despacio tiene que estar acompañado de un valor sin fisuras. Se le achacó un punto de frialdad e irregularidad en sus actuaciones, fruto lógico de su bisñorez. Ahora se encuentra en un momento de gran madurez, la moneda vuelve a estar en su mano, de el depende volver a cambiarla. Sn Isidro debe ser ese escaparate que espera tras quedarse fuera injustamente de varias de las primeras ferias del año. El cartel y la ganadería es de autentico tronío, el extremeño no quiere quedarse como en convidado de piedra de un cartel en que a buen seguro si alguno de su lote se desliza y la toma con bravura veremos su versión más rotunda.