JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Una corrida de toros mixta era la que planteaba esta tarde
la localidad soriana de El Burgo de Osma con un cartel en el que un encierro de
toros y novillos de Guadalest era la materia prima ganadera. Los jóvenes Fernando
Tendero, Joaquín Galdós y el novillero con picadores Alfonso Cadaval hacían a
las cinco y media en punto el paseíllo.
De fea hechura era el primero de Guadalest, un toro al que al que Fernando Tendero saludó con un ramillete de templadas verónicas para que se cayese en el caballo el animal. Al límite de las fuerzas anduvo el astado durante toda la lidia frente a un torero que no cesó en su empeño por ambos lados, pero se chocó frente al muro de su aplomo. Se arrimó en el epílogo muleteril especialmente en las manoletinas de cierre para, tras varios pinchazos, perder el merecido premio con la espada. Ovación a la entrega templada del manchego.
De bella estampa pero fea cornamenta era el segundo, con el que Galdós dejó aisladas verónicas de salida. Al público fue el brindis para llevárselo directamente a los medios y comenzar a torear por derechazos. Fue la mano por la que entendió al toro, que repitió por ese lado para sonsacar el peruano su versión más despaciosa en las series por ese pitón. También al natural se estiró, conectando en la conclusión muleteril y matando de estocada pero marrando su buena disposición con el descabello. Ovación.
De momentos aislados fue el trasteo de Alfonso Cadaval al tercero, un novillo con movilidad pero sin terminar de transmitir por su falta de clase. Por ambas manos se lo pasó el joven, que lo pasaportó de estoconazo del que tardó en caer. Oreja.
Bien le echó el capote a la verónica Fernando Tendero al cuarto, un animal al que cuidó en varas y llevó torero en el arranque muleteril. Al natural fue lo mejor de la actuación de Tendero, llevándolo embaucado y sereno por ese lado. A menos fue la condición del toro, al que de nuevo el acero quitó un justo premio al manchego, marrando con el descabello su gran proposición. Silencio tras aviso.
Rodilla en tierra fue el recibo de Galdós al quinto, un toro burraco con el que conectó ya de seda. Muleta en mano, el peruano se topó con un animal siempre a menos con el que exprimió sus virtudes a diestras. Caló su disposición y conectó en el epílogo también para pasear un trofeo tras estoconazo.
Buen ramillete de veronicas con más efectividad en el tendido que lentitud saludó Cadaval al sexto, un novillo al que cuidó en varas mucho. Al público fue el brindis para iniciar trasteo de rodillas y llegar arriba. La primera tanda a diestras se lució el sevillano, siendo más intermitente su toreo cuando cogió la zurda. De una fea estocada que hizo guardia mató. Oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Burgo de Osma (Soria). Corrida de toros
mixta.
Toros y novillos de Guadalest.
Fernando Tendero, ovación y silencio tras aviso.
Joaquín Galdós, ovación y oreja.
El novillero Alfonso
Cadaval, oreja y oreja.