VALENCIA

Una corrida a medias tintas


miércoles 15 marzo, 2017

Una oreja paseó Ureña, la única de la tarde, de una corrida a medias tintas que tuvo cosas buenas y que requirió técnica; un volteretón del sexto se llevó Jiménez y Mora dejó detalles de temple

Una oreja paseó Ureña, la única de la tarde, de una corrida a medias tintas que tuvo cosas buenas y que requirió técnica; un volteretón del sexto se llevó Jiménez y Mora dejó detalles de temple

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

David
Mora, Paco Ureña y Javier Jiménez hacían esta tarde el paseíllo en el sexto
festejo de la Feria de Fallas de Valencia. Era frente a una corrida con el
hierro de Jandilla-Vegahermosa. A las cinco en punto de la tarde arrancaba la
función.

«Majestad”
llevaba por nombre el primero, muy armónico, con seriedad. Trasero fue el
puyazo de Mario Herrero en primer lugar, rectificando el palo. En medio de ese
tercio, se echó el capote a la espalda Paco Ureña y quitó por gaoneras. Por
chicuelinas fue la respuesta de David Mora, dos de ellas ajustadísimas y con
calado en el tendido. En el tercio de banderillas brilló en sus dos pares Ángel
Otero, por lo que tuvo que salir a saludar. A Adrián brindó David Mora, al que
su enfermedad le impidió hoy asistir a la plaza, y con un molinete firmó el
inicio de suavidad que tomó el animal con más raza que fuelle. Porque se empleó
mucho en cada arrancada y eso lo acusó después cuando David necesitaba que le
repitiera las arrancadas. El madrileño se puso siempre, buscó la colocación y
el pitón bueno, el izquierdo, para darle vuelo y largura a los muletazos que, a
pesar de pararse, el castaño tomaba con transmisión siempre que arrancaba. Pero
se acabó pronto y los pinchazos previos a la estocada dejaron en silencio la
labor de David. Silencio.

«Omeya”,
cuatreño, era el segundo de la tarde, con 549 kilos de peso, bizco de pitones
pero con buenas hechuras. Con un vibrante inicio a la verónica comenzó su labor
el murciano, galleando también por chicuelinas para entrar al c aballo de Pedro
Iturralde, al que derribó en el primer encuentro pero siguió picando aun desde
el suelo. Por tafalleras fue el quite de Javier Jiménez, que dejó sus
credenciales. Fácil fue el primer par de Curro Vivas y sólo logró clavar un par
«Azuquita”, mientras lidiaba Víctor Hugo Saugar «Pirri”. A Adrián y su lucha
fue el brindis de Paco: «Gracias por enseñarnos que la vida va más allá de las
cosas materiales, Adrián”. Por estatuarios comenzó una faena en la que los
detalles fueron la tónica. Aunque no tuvo rotundidad el trasteo, sí dejo sabor
en momentos aislados que llegaron con facilidad al respetable. Especialmente de
lleno entró el respetable en los naturales que le sopló el murciano en el
epílogo muleteril, cruzándose ante uno de Jandilla siempre a menos. La estocada
fue tardona, necesitando del descabello, pero el respetable pidió la oreja no
de forma unánime, no concediendo el palco el premio.

«Guerrero”
fue ovacionado en tercer lugar, marcado con el número 15, herrado con el hierro
de Jandilla, castaño con peso de 524 kilos. Rodilla en tierra recibió al toro Javier
Jiménez. Bien lo cogió en la primera vara Agustín Romero hijo, delantero y en
buen lugar, aguantando el animal en el peto en este primer encuentro. Abraham
Neiro «El Algabeño” colocó un primer gran par, arrancándose el toro en su
segundo par y cayendo éste un punto trasero. Al público fue el brindis de Javier
Jiménez, que le hizo frente al animal sin demasiada conexión en el tendido a lo
largo del trasteo. Con una actitud andarina del toro, que le pedía perder
muchos pasos a Jiménez, intentó darle fuego a la faena a base de cruzarse, pero
los pasitos deslucieron la actuación del joven hispalense. Por bernadinas con
más voluntad que pulcritud fue el remate de faena. Atravesada fue la estocada
que colocó Jiménez. Silencio.

 

David
Mora le hizo frente a un cuarto que ya pecaba de falta de fuerzas en su saludo
capotero. Israel de Pedro fue el encargado de picar a un toro que mostró el
mismo defecto en ese tercio y fue protestado por el respetable por ese defecto.
Por verónicas quitó David Mora, respondiendo Paco Ureña por un delantal y una
revolera. Hasta tres pasadas y una banderilla tan sólo se llevó el animal, que
lo puso complicado para la lidia y para poner los rehiletes a los hombres de
plata, defendiéndose en los embroques. No decidió, a pesar de las evidentes
protestas del tendido, echar el palco el toro hacia atrás, y la faena tuvo
detalles de Mora, imposibilitado en todo momento por la nula condición del
astado. En un momento de apuro, éste lo pisó, pasando un tremendo apuro el
torero toledano. No acertó con la espada.

«Garrotino”
llevaba por nombre el quinto, un negro bragado marcado con el número 20, con
510 kilos de peso, segundo del lote de Paco Ureña. A la verónica fue el recibo
del murciano, que le sopló media docena de lances, cayendo en la cara del
animal por alcanzar la pezuña la seda pero incorporándose y rematando el recibo
con la meda. Al relance le vino el toro al caballo que montaba Vicente González,
recetando una primera vara trasera al pillarle de improvisto y señalando el
segundo puyazo. Hábil en el primer par anduvo Pirri, colocando Azuquita un
segundo rehilete efectivo y culminando el tercio de nuevo Víctor Hugo Saugar
con un buen tercer par. Lidió Curro Vivas. Por momentos logró el toreo Paco
Ureña a lo largo de la faena. Fue un toro con teclas, que requirió toques
técnicos y saber muy bien los terrenos en los que hacer frente al animal. Los
pases de pecho fueron jadeados especialmente por el tendido, destacando el
toreo al natural de Paco. Por manoletinas ejecutó el epílogo muleteril el
murciano, matando de una soberbia estocada. Oreja.

A la
puerta de chiqueros a recibir al sexto se fue Javier Jiménez, arrollando el
animal al torero, que se tuvo que echar al suelo para evitar que se lo llevase
por delante. Leve castigo en la primera vara se llevó el de Jandilla, lidiando
bien El Algabeño. De rodillas se hincó en el inicio muleteril, haciendo el toro
por él ya cuando estaba incorporado, al intentar dar un pase del desdén mirando
al tendido. Se repuso del volteretón Jiménez para plantearle el toro por el
lado derecho, por el que consiguió momentos meritorios. Esa primera parte de la
actuación con el capote hizo que calara también el toreo de Jiménez en una
segunda parte de la faena que no tuvo rotundidad pero sí efectividad en el
público, aún emocionado con el prólogo de la lidia. Por manoletinas terminó
labor, pinchando arriba en el primer encuentro y metiendo el acero en el
segundo.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Valencia. Sexta de la Feria de Fallas. Corrida de toros.

Seis toros
de Jandilla-Vegahermosa.

David Mora, silencio y silencio. 

Paco Ureña, vuelta y oreja. 

Javier Jiménez, silencio y palmas.